A 31 grados bajo cero puede llegar la temperatura más baja en el Polo Norte. Sin embargo esa temperatura podría ser hasta soportable para los pobladores de Oymyakon, una ciudad rusa con apenas 800 habitantes, quienes han llegado a soportar hasta 72,1 grados bajo cero.
El invierno dura nueve meses y la temperatura rara vez supera los 50 grados bajo cero. A pesar de las extremas condiciones, en Oymyakon se crían caballos y renos, que se han adaptado para vivir en esas adversas circunstancias, y durante la era de la Unión Soviética vivió su era de apogeo gracias a los aportes del régimen.
En el pueblo la leche se reparte en estado sólido y el agua corriente llega en bloques de hielo, porque si se usaran cañerías éstas reventarían.
Lo más curioso es que Oymyakon significa "agua que no se congela", debido a una corriente de agua termal presente en el lugar, lo que resulta especialmente curioso al ver qué pasa al lanzar agua hirviendo al aire en el video a continuación.