Scott Napper, profesor de bioquímica en la universidad de Saskatchewan plantea una hipótesis que podría ser bastante repudiada por la mayoría, respecto a los beneficios que podrían tener los fluidos nasales para el sistema inmune.
Según lo planteado por Napper, "¿qué podría ser más beneficioso que enseñarle al sistema inmunológico los entes patógenos capturados en las mucosidades nasales?".
"Tengo dos hijas hermosas y gastan una increíble cantidad de tiempo con sus dedos en su nariz", dijo. "Y sin falta, después siempre ese dedo va a la boca".
Según el catedrático, esto podría ser parte de un simple cumplido respeto a lo que estamos destinados a hacer para fortalecer nuestra inmunidad".
Para comprobar esta hipótesis, Scott declara que necesita un grupo de voluntarios. Luego los divide en dos grupos poniendo algún tipo de molécula en sus narices. Luego un grupo debe mantener sus actividades normales y el segundo debe darse el tiempo de sacar mucosidad de sus narices y degustarlas.
"Entonces se podrían comprobar las respuestas inmunes contra dicha molécula, y si son mayores que la mucosidad consumida, entonces la hipótesis sería validada", enfatiza el osado profesor.
Ahora bien, ¿Alguien se ofrecería para ser parte del segundo grupo de voluntarios?