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Impresionantes imágenes de un agujero negro gigantesco

Las fotografías captadas desde el Observatorio Paranal dieron nuevos datos sobre el comportamiento de los agujeros negros dentro de las galaxias.

Javiera Salinas

Jueves 20 de junio de 2013

Como una explosión que irradia luminosidad en medio de un ambiente totalmente oscuro.

Así es como se ven las nuevas fotografías captadas gracias al Interferómetro del Very Large Telescope de ESO, ubicado en el observatorio Paranal del norte de Chile.

Nuevas observaciones del polvo que rodea al gigantesco agujero negro del centro de la galaxia NGC 3783 pusieron en jaque las actuales teorías y revelaron detalles de cómo evolucionan e interactúan con su entorno los agujeros negros supermasivos.

Durante las últimas dos décadas los astrónomos han determinado que casi todas las galaxias tienen un enorme agujero negro en su centro. Algunos de ellos crecen atrayendo materia de su entorno y durante el proceso crean el objeto más energético del universo: los núcleos de galaxias activos (Active Galactic Nuclei, AGN).

Las regiones centrales de los AGN están rodeadas por un anillo en forma de rosco compuesto de polvo cósmico arrastrado del espacio circundante, similar al remolino que se produce en un desagüe al soltar el agua.

 

Aunque se creía que la mayor parte de la fuerte radiación infrarroja que provenía de los AGNs se originaba en esos roscos, las nuevas observaciones indicaron que el polvo caliente se encuentra en el centro, en forma de anillo principal, pero el polvo frío se distribuye en grandes cantidades por encima y debajo del círculo.

"Es la primera vez que hemos podido combinar observaciones detalladas en el infrarrojo medio del polvo frío (casi a temperatura ambiente) que rodea a un AGN, con observaciones de casi la misma precisión del polvo muy caliente. Es también la mayor colección de datos interferométricos en el infrarrojo sobre AGNs publicada hasta el momento", señaló el autor principal del artículo que presenta estos nuevos resultados, Sebastian Hönig, de la Universidad de California Santa Barbara, de Estados Unidos, y de la Christian-Albrechts-Universität zu Kiel, de Alemania.

El polvo recientemente descubierto forma una corriente de viento frío que sale del agujero negro. Este viento debe jugar un importante papel en la compleja relación existente entre el agujero negro y su entorno.

Aún no está muy clara la forma en que estos dos procesos se alían para permitir que los agujeros negros supermasivos crezcan y evolucionen en el interior de las galaxias, pero la presencia de un viento polvoriento añade una nueva pieza a este puzle.

Estas nuevas observaciones pueden llevar a un cambio de paradigma en la comprensión de los AGN. Son evidencias directas de que el polvo está siendo eyectado por la fuerte radiación. Los modelos de distribución del polvo y los que muestran cómo crecen y evolucionan los agujeros negros supermasivos deberán tener en cuenta, a partir de ahora, estos nuevos efectos recién descubiertos.