Sin duda, el plástico es uno de los grandes protagonistas de la crisis ambiental que atraviesa el planeta. Sólo por mencionar una cifra: se estima que 8 millones de toneladas de desechos plásticos llegan a los océanos cada año y, de seguir esa tendencia, en 2050 nuestros mares tendrán más plástico que peces.
Es por eso que cada vez más personas están en búsqueda de alternativas a su uso. En ese escenario nace Green1st, la primera y única botella de agua en Chile hecha 100% de plantas, incluida su tapa y etiqueta. 100% biodegradable, 100% compostable y vegana.
Su fabricación se realiza a partir de una sustancia conocida como PLA (ácido poli láctico), derivada del almidón de azúcar, comúnmente encontrada en cultivos a base de azúcar, en este caso, el maíz. A diferencia del PET, es libre de petróleo y, por ende, puede convertirse en un suplemento fantástico para la tierra al someterse a un proceso de compostaje.
Para Rodrigo Sandoval, fundador de Green1st, lo más innovador es el círculo que se genera alrededor de Green1st. “Invitamos a reutilizar la botella que es altamente resistente y libre de químicos artificiales y luego compostarla. Quien no tome ese camino y la bote a la basura, de igual forma habrá aportado en la protección del planeta, pues la producción a partir del PLA libera un 50% menos de gases inverdero que una botella plástica”, asegura.
Así, Green1st es una buena opción para quienes buscan tomar agua ultra purificada, envasada en Chile y libre de sodio, en un envase que no daña el entorno. Y lo mejor, su degradación tarda entre 12 y 24 meses en un compost casero y tan solo 6 meses en instalaciones industriales.
Conoce más en www.green1st.cl o en Instagram @green1stchile