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La contaminación llega a lugares remotos del planeta

La expedición Malaespina, el mayor proyecto de la historia sobre cambio global, descubrió también especies desconocidas a 4.000 metros de profundidad.

Carmen Aguilar

Martes 16 de septiembre de 2014

Tres años después de que comenzara a navegar la operación Malaespina, se presentan las primeras conclusiones del mayor proyecto sobre cambio global que confirma que la contaminación ha llegado a los lugares más remotos del planeta.

“Hemos observado que los contaminantes entran directamente al océano a través de la atmósfera, llegando a las zonas más remotas del planeta, con aportes que ya están afectando al ecosistema oceánico”, explica el investigador español y coordinador de la expedición Malaspina, Carlos Duarte.

La expedición apunta a que existen cinco grandes acumulaciones de residuos plásticos, que coinciden con los cinco grandes giros de circulación del agua superficial oceánica. La contaminación por este tipo de desechos, concluyen, tiene carácter global.

En un congreso en Barcelona durante este martes, cerca de 80 científicos de 18 países diferentes involucrados profundizaron sobre el impacto del cambio global sobre el ecosistema marino, el incremento de la temperatura o las consecuencias de la radiación ultravioleta.

NUEVAS ESPECIES

La expedición Malaespina dará que hablar durante bastante tiempo más, en tanto se vayan procesando todos los datos, pero ya los primeros resultados revelan que el 60% de las bacterias del océano profundo son desconocidas.

“La expedición Malaspina ha supuesto un salto adelante en la comprensión del ecosistema del océano global, particularmente de las aguas situadas por debajo de la capa expuesta a la luz solar, donde hemos descubierto una biomasa de peces hasta 10 veces mayor de la que se pensaba”, señala Duarte.

Los trabajos de catalogación se centran en los virus, bacterias y protistas que pueblan el océano hasta los 4.000 metros de profundidad. Además, de la creación de la primera base de datos sobre contaminación orgánica de todos los océanos. Una ingente cantidad de información recabada a través de dos buques.

El Hespérides, que zarpó del puerto de Cádiz (España) y paró en Río de Janeiro (Brasil), Ciudad del Cabo (Sudáfrica), Perth (Australia), Sídney (Australia), Auckland (Nueva Zelanda), Honolulú (Hawai) y Cartagena de Indias (Colombia). El Sarmiento de Gamboa, por su parte, partió de Santo Domingo (República Dominicana) y llegó a España, tras haber explorado el Atlántico durante casi dos meses.