El recinto de observación astronómica más grande y potente del mundo, ALMA recibió la antena número 66 con la que se ha completado la fase de implementación de este proyecto que se construyó a 5.100 metros sobre el nivel del mar en el llano de Chajnantor, región de Antofagasta.
Con una inversión de 1.300 millones de dólares y 250 personas que trabajan en el recinto, ahora ALMA entra en el que ha sido denominado como el "ciclo 2", periodo en el que los científicos podrán acceder al uso de entre 45 a 50 antenas, alcanzando una precisión sin precedentes en la observación del universo.
Astrónomos europeos, asiáticos y norteamericanos realizarán sus operaciones en el radiotelescopio, sin embargo, también lo harán los especialistas chilenos. De hecho, nuestro país tendrá la mayor cuota de observación para una nación, llegando hasta el 10% del tiempo total.
Si bien el proyecto ya funciona desde marzo de 2013, recién ahora completa la instalación de las antenas y solo el 2015 se podrán usar las 66 para realizar observaciones espaciales.
Entre sus tareas principales para iniciar las observaciones se encuentra el estudio de los gases que conforman el universo y dan paso a la creación de estrellas y planetas; y además, el análisis de los galaxias jóvenes pero lejanas,