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Las grandes maravillas del mundo que no se han descubierto

Oros de piratas, galeones hundidos, tumbas de emperadores, momias y joyas de reyes y zares... El mundo parecía cartografiado por completo, pero quedan rincones que aún siguen alimentando la imaginación de literatos y cineastas.

Carmen Aguilar

Viernes 6 de febrero de 2015

Han sido las musas de literatos y cineastas. Han sido protagonistas de series, libros y películas. Han sido la obsesión de numerosos caza-tesoros, arqueólogos e historiadores a lo largo de centenares de años. Y lo continúan siendo.

Aunque parezca que cada rincón del planeta está cartografiado e incluido en Google Earth, quedan lugares sin conocer y misterios sin resolver. Quizás, porque nunca existieron, o, quizás, porque se haya errado la línea de investigación.

Oro de piratas, galeones, tumbas y joyas de zares y reyes se incluyen en el inventario de las grandes maravillas del mundo que aún no se han descubierto y de las que se tiene conocimiento de ellas a través de antiguos libros y relatos.

 

Es difícil realizar una lista completa, pero aquí van algunos de esos tesoros que aún hoy solo conocemos por la historia.

- La Flor del Mar. Fragata portuguesa construida en Lisboa en 1502, pesaba 400 toneladas, casi el doble de las naves de la época. Capitaneado por Alfonso de Albuquerque (el Grande, El Terrible, El César del Este y El león del mar), participó en varias batallas y conquistas, entre ellas la de Malaca, una de las ciudades más ricas del mundo en 1511. Cuando volvía hacia Portugal con los tesoros de Malaca, la fragata naufragó en una tormenta, partiéndose en dos. El capitán se salvó, pero nunca más se volvió a encontrar el tesoro más grande de la historia portuguesa.

- Santo Grial. El cáliz usado por Jesús en la última cena ha alimentado varias películas, como "La muerte de Arturo", "Excalibur", "El código Da Vinci" o "Monty Python y el Santo Grial". Se cree que José de Arimatea, a quien se le entregó la copa con la que recogió la sangre de Cristo, fundó una dinastía de guardianes en la isla Britania.

 

- El tesoro de Lima. En 1820, el capitán inglés William Thompson tenía que tomar un tesoro en Lima y llevarlo intacto a México, pero lo escondió, según se cree, en las islas Coco. Hasta le expresidente de EEUU Franklin Roosevelt ha buscado, sin éxito, esta colección de monedas de oro, joyas, piedras preciosas y plata.

- El tesoro del lago Guatavita. En pleno lecho de agua dulce, se esconde una gran cantidad de oro que los antiguos nativos que vivían cerca del lago colombiano lanzaron como ofrenda al espíritu del agua.

- Huevo de Fabergé. Fue una de las 52 joyas que Carl Fabergé regaló a los zares de Rusia y que se perdieron tras la revolución bolchevique. Los huevos son considerados como obras maestras y se han localizado 44. Los ocho restantes han sido vistos en fotografías y vitrinas, pero algunos aún se desconoce su paradero.

 

- El tesoro de la Noche Triste. Los aztecas de Tenochtitlan, hacia 1520, decidieron esconder la mayor parte de sus tesoros de los hombres del conquistador Hernán Cortés en una cuenca seca que transitaba alrededor de la capital. Tras la batalla de la Noche Triste, el tesoro jamás se encontró.

- Reliquias de los familiares de Virginia. En 1863, el coronel del Ejército de los Estados Confederados de América saqueó los cuarteles generales de Edwin Stoughton. Temeroso de que manos enemigas le robaran el tesoro, se lo entregó a un sargento de su confianza con la misión de esconderlo tan bien como podía. Hasta hoy sigue ahí.

- El Dorado. Hasta el siglo XIX se siguió buscando la ciudad de El Dorado, terreno de abundantes minas de oro en las zonas hoy entre Colombia y Venezuela. La leyenda surge en Ecuador, cuando llega a oídos de los españoles un rey que se cubría su cuerpo en oro.

 

- El galeón Nuestra Señora de Atocha. En 1985, Mel Fisher localizó en las costas de Florida restos del galeón español, que volvía con los tesoros de América en 1622. Iba custodiada por otros barcos, pero los sorprendieron los huracanes y ocho naves se hundieron.

- La momia de Nefertiti continúa sin hallarse y es una de las búsquedas más vigentes. Reinar consorte, su belleza fue legendaria y se cree que jugó un papel fundamental en la política y la religión, aunque aún no hay consenso entre los historiadores sobre este rol.

 

- La tumba de Genghis Khan, el rey de los mongoles, sigue siendo uno de los grandes restos arqueológicos que aún no se han descubierto. Vengativo y cruel, el emperador unió bajo un solo gobierno, el suyo, a todas las tribus de Mongolia. Algunas investigaciones consideran que fue el mayor conquistador de la historia, superando a Alejandro Magno.