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Impulsos agresivos

No siempre las imágenes emocionalmente positivas producen sensaciones de igual índole.

Gouravani Cerezo

Martes 29 de enero de 2013

Ver las fotos de un animal adorable nos hace reaccionar con un tierno "ahhhh" o "mira que lindo el perrito" pero nadie imagina lo que pasa con esta imagen en lo más profundo de nuestra conciencia.

 

Según un estudio de la Universidad de Yale, las imágenes de cachorritos demasiado lindos o tiernos nos provocan impulsos agresivos.

La investigación titulada "It’so cute i want to squish it! How Cuteness leads to verbal expressions of aggression" (Es tan tierno ¡quiero apretarlo!, Cómo la ternura lleva a expresiones verbales de agresividad) de las psicólogas Oriana Aragon y Rebecca Dyer reveló una conexión entre las fotos de las mascotas adorables y el deseo de aplastar o comprimir a esas criaturas, de la misma forma en que una abuela podría exprimir las mejillas de un bebé.

Para llegar a estas premisas, las expertas trabajaron con casi 200 voluntarios en el estudio. El método consistió en buscar fotos de animales "lindos", "divertidos" y "neutrales". Las fotos de animales lindos tendían a hacer que los participantes sintieran el deseo de exprimir a ese animal. Algunos participantes incluso dijeron perder el control "no puedo manejarlo" o "no puedo creer lo lindo que es".

"Los resultados no significan que seamos raros, querer apretar a un cachorrito tierno no significa que seamos psicópatas" afirman las expertas.

La explicación estaría en que nuestro subconsciente puede creer que no somos capaces de protegerlos como desearíamos, produciéndose una sensación de frustración que conduce a los impulsos agresivos de asfixiarlos, comprimirlos o tirarlos.