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Importancia del abrazo

La ciencia asegura que la importancia del contacto físico no disminuye cuando crecemos.

Cristián Jara

Martes 27 de noviembre de 2012

A medida que vamos creciendo, los seres humanos nos vamos olvidando del contacto físico: los abrazos, besos o los simples golpeteos en la espalda -a mayor edad- son cada vez más escasos.

Todo por la percepción universal de que las caricias son más necesarias los primeros años de vida, algo que acaba de desmentir la ciencia, que asegura que la importancia del contacto físico no disminuye cuando crecemos.

De un articulo publicado por la revista Muy Interesante, se desprende que un pequeño roce puede producir cambios inmediatos en el comportamiento humano.

La incidencia del contacto físico en la motivación y formación se demuestra por ejemplo, en que los estudiantes que reciben algún tipo de estimulo físico por parte de un profesor se muestran más dispuestos y participativos en clase. 

Algún tipo roce amable en la consulta del médico hace que los pacientes tengan la impresión de que la visita fue más amena y fructífera.

Si antes de realizar alguna presentación en público nuestra madre nos da un fuerte abrazo, los niveles de cortisol -la hormona del estrés- caen; explicación que apunta al principal elemento de importancia de las demostraciones físicas de afecto.

Un estudio de la Universidad de Berkeley en EE.UU. revela que en el ámbito deportivo, los equipos con mejores resultados son aquellos en que los jugadores no escatiman en abrazos y muestras de afecto físico.

Los investigadores sugieren que este fenómeno se debería a que el contacto físico libera oxitocina, que aumenta la sensación de seguridad y confianza.

Un abrazo o una simple palmada en la espalda continúa siendo uno de los principales motivadores para el ser humano.