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¿Cómo amamantar sin dolor?

Revisa algunas recomendaciones para tener un tranquilo y feliz proceso.

24horas.cl Tvn

Viernes 12 de octubre de 2012

Es indudable la enorme cantidad de beneficios de la lactancia materna. La férrea protección de la leche y el maravilloso vínculo entre madre e hijo pueden verse empañados por problemas en los senos de la mujer. ¿Qué hacer para evitar que problemas como estos interrumpan el acto que inaugura la vida de todo ser humano?

La leche materna es una fórmula única que brinda la protección más fuerte al lactante frente a infecciones y otras enfermedades, y su consumo fomenta el apego y vínculo emocional entre madre e hijo. Sin embargo, determinados factores pueden hacer de la lactancia un proceso doloroso y poco deseable para la madre, sobre todo cuando los pechos se ven afectados por enfermedades u otras dolencias.

La recomendación oficial indica que el bebé debe alimentarse en sus primeros seis meses de vida con la leche materna de manera exclusiva, para luego nutrirse hasta los dos años amamantando y con alimentos complementarios. No obstante, muchas mujeres abandonan antes esta práctica no sólo por razones sociales y laborales, sino también debido a lesiones y dolor en los pechos.

Es común que a muchas mujeres les salgan grietas en el pezón, el cual “tiene terminaciones nerviosas libres al igual que la córnea, entonces, cuando está herido, la mamá lo único que quiere es que el bebé siga durmiendo, porque viene un tormento”, señala el doctor Hugo Muñoz, pediatra neonatólogo del Hospital Clínico Universidad de Chile.

Con clara empatía, el pediatra añade que “la más terrible de las complicaciones es la mastitis. Una mamá con fiebre, dolor e inflamación de pecho, que tiene pus y con la guagua llorando de hambre, no quiere más guerra”. Esta enfermedad puede partir por una grieta en el pezón, a través de la cual ingresa la bacteria (estafilococo), provocando la infección y posterior inflamación, enrojecimiento y dolor de la glándula mamaria. En algunos casos, puede cortar la producción de leche.

Ante la presentación de síntomas precoces como la fiebre y dolor mamario, es urgente diagnosticar la mastitis lo antes posible para tratarla y evitar que progrese la condición.

Otro problema común es la algorra, enfermedad generada por un hongo (Cándida Albicans) y cuya manifestación más visible es la presencia de una capa blanca en los labios o lengua del recién nacido. El bebé puede contagiar a la madre, quien comenzará a experimentar comezón, dolor y ardor en el pezón, por lo que habrá que someter a tratamiento a los dos.

Para una lactancia hermosa y sin complicaciones

La mejor manera de convertir la experiencia de la lactancia en algo placentero e inolvidable es informándose sobre todos los pormenores de la misma. Es importante comprender que no sólo la mujer debe cuidar su organismo y dar prioridad al apego y estimulación positiva del bebé, sino también que la familia completa, padre y hermanos, juega un papel fundamental.

Pezones limpios: una buena medida para evitar infecciones es limpiar los pezones antes y después de amamantar. El médico señala que basta con untarse la propia leche en los pezones para este procedimiento.

Consulte sobre el estado de sus pechos: es importante que, antes de dar a luz, la mujer someta a sus pechos a una revisión médica para evitar problemas. En el caso de aquellas madres con pezones cortos, planos o umbilicados, el amamantamiento puede ser un problema serio. Por ello, existen métodos para levantar el pezón y permitir, de esa manera, que el niño pueda acoplarse bien y tomar leche sin dañar a la madre.

El rol del padre: jamás se debe olvidar subvalorar la participación y compromiso que debe tener el padre durante todo el proceso del embarazo y posterior crianza del hijo, en especial en los primeros meses. Esto implica no sólo que acompañe y auxilie en todo momento a la mujer, si no que muchos especialistas sugieren su intervención directa realizándole masajes en los senos o inclusive mamando, algo que, si bien puede sonar controversial para algunos, es una excelente estimulación que permite la bajada de leche así como previene futuras lesiones en la zona. En definitiva, prepara el pezón para la ardua tarea que viene con el hijo en camino.

Aprenda a dar pecho
: la mala técnica a la hora de amamantar también constituye una causa que agrede los senos de la madre. “El niño debe acoplarse al pezón y a la areola, porque si se acopla sólo en el pezón, lo va a romper, explica el doctor Muñoz, en alusión a la importancia de enseñar la técnica del amamantamiento, la cual, por supuesto, requiere aprendizaje.

Bebé infeliz
: existen casos donde la guagua padece de una disfunción motora oral, cuyo origen puede estar en un embarazo donde la madre sufrió grandes niveles de estrés, que terminan siendo traspasados a su hijo intrauterinamente. Los menores con esta disfunción suelen ser llorones, abrir poco la boca y, por ende, rompen los pezones de la mujer.

Para estimular de manera positiva al niño y “sedarlo”, el pediatra neonatal recomienda no sólo el sano apego y afecto de la madre en todo momento (lo cual se traduce en caricias, hablarle con frecuencia, etc.), sino también masajes infantiles como los que propone el Shantala, antigua técnica hindú que resulta sumamente beneficiosa para ellos.

Fuente: Red Clínica U. de Chile.