La meditación mindfulness o conciencia o atención plena se ha extendido ampliamente, y no sólo entre los místicos orientales, hippies y sanadores alternativos, sino que también en niños y adultos comunes y corrientes.
Los beneficios son múltiples. Para los niños por ejemplo puede ayudar a que desarrollen habilidades cognitivas, mejoren la concentración, su aprendizaje y regulen sus emociones, en especial el manejo de las emociones fuertes como la ansiedad, el estrés, el miedo y la frustración.
En Chile existe un centro especializado en ello. Se trata de "Mindfulness4Kids", que no les enseña a los niños una forma de meditación ni mucho menos algo relacionado a la religión, sino que una práctica que les permite asentar una actitud de vida.
Según explica Javier Aguirre en entrevista con 24horas.cl, la idea es que los niños adquieran la capacidad de detenerse y observar tanto lo que sucede tanto fuera como dentro de ellos. "Ellos de forma innata tienen la capacidad de conectarse con el momento presente, cuando juegan por ejemplo, y la idea es potenciarles eso y extenderlo en el tiempo", señala.
Esta llamada 'conciencia plena', puede beneficiar a los más pequeños incrementando su concentración, desarrollando una conciencia de sí mismos, alcanzar un mayor balance emocional, controlar los impulsos, cultivas la empatía, etc.
"Hay un cambio en su vida en 180°. Pueden lograr estar más concentrados, más positivos, más tranquilos, y estos vendrían siendo efectos secundarios del mindfulness", comenta Aguirre.
En "Mindfulness4kids" ofrecen un programa educativo que se puede adaptar a niños desde kínder a quinto básico, y dentro de la jornada escolar.
Son 16 sesiones en total de 15 a 30 minutos que los guía un facilitador de mindfulness infantil. En estas "clases" se les enseña a respirar, a tener conciencia corporal, se conscientes de sus pensamientos y emociones, entre otras cosas.
Más información sobre el mindfulness y las sesiones para niños, puedes encontrarla en este link.