Jennifer Cramblett, una mujer estadounidense que se sometió a una inseminación artificial, decidió demandar a la clínica donde se realizó el procedimiento.
Cuando ella y su pareja asistieron al banco de esperma tenían claro que deseaban que fuera de un hombre blanco, rubio y con ojos azules. Sin embargo no fue así.
Jennifer fue inseminada con un esperma que correspondía al de un hombre afroamericano, luego de que un empleado de la clínica escribiera mal el código del donante.
Según informa el Daily Mail, ambas viven en una comunidad donde predominan las personas de tez blanca y temen que su hija se sienta fuera de lugar por habitar un lugar profundamente conservador.
La semana pasada la demanda de la pareja fue rechazada porque no había exigido una negligencia médica y el bebé nació sano. Ahora la pareja espera reunir el dinero suficiente para llevar el caso a los tribunales el próximo diciembre.
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