Chile ocupa el primer lugar en Latinoamérica en obesidad infantil y el sexto puesto a nivel mundial. Se estima que cerca del 70% de los niños va a ser obeso en un corto plazo, según un estudio publicado por el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA). Para resolver este problema es que se ha tomado la medida de implementar la nueva Ley de Etiquetados de Alimentos.
Según la última Encuesta Nacional de Salud, la obesidad y el sobrepeso afectarían a un 65,5 % de la población, por lo que con estas nuevas advertencias de color negro en forma de disco pare, que indican si los alimentos presentan altos índices de calorías, azúcares, grasas y sodio, el misterio de Salud busca disminuir los índices de estos problemas de peso.
Reuters
Edmundo Rodríguez, docente de Nutrición y Dietética de la Universidad el Pacífico, asegura que “el sobrepeso y la obesidad son causados justamente por el alto consumo de alimentos ricos en calorías, azúcares, grasas y sodio. El nuevo etiquetado nutricional busca orientar a los consumidores para que puedan elegir los alimentos menos dañinos para su salud, además de desincentivar el consumo de productos que presenten alto contenido de nutrientes perjudiciales."
Con respecto a si esta nueva iniciativa ayudaría a que los índices de sobrepeso y obesidad bajen, el especialista indica que "si la gente toma conciencia de esto y comienza a consumir productos que no presenten estos descriptores o bien consumen las porciones adecuadas para sus necesidades, las tasas de obesidad y sobrepeso pueden disminuir", señala.
Si bien la información nutricional de cada alimento siempre ha estado disponible, ahora las advertencias estarán mucho más a la vista para el consumidor. "La importancia de estos descriptores es para tener en cuenta cuáles de los alimentos consumidos en exceso pueden generar problemas de salud en adultos y niños."
El nuevo etiquetado pretende informar de manera clara y fácil sobre el contenido de los nutrientes que causan efectos dañinos como el sobrepeso y la obesidad, además de enfermedades crónicas como la hipertensión arterial, diabetes y colesterol alto, que a largo plazo pueden producir problemas cardíacos y renales.
Reuters
Según el nutricionista, las costumbres y hábitos alimenticios no cambian de un día para otro, aunque las etiquetas si ayudarían a que las personas elijan el producto más sano, pero de la mano de un cambio gradual. "Las personas deben ser educadas por especialistas como nutricionistas, en cómo y cuántas veces consumir ciertos alimentos. Además, debe existir una buena disposición y compromiso de parte de las personas para modificar sus hábitos en el consumo de alimentos", concluye Rodriguez.