Se ha transformado en una constante escuchar cada día a más personas que consumen una dieta baja en gluten sin tener la necesidad fisiológica de hacerlo.
En el último tiempo, se ha generado un boom mundial de los alimentos libres de TACC, (sin trigo, avena, cebada y centeno). La tendencia de la población es optar por este tipo de productos, muchas veces desconociendo las consecuencias que se esto puede genera.
“El gluten es una proteína que se encuentra presente en los cereales de consumo habitual trigo, avena, cebada y centeno y en otros como la escanda, el triticale, la malta, la espelta, el farro y el kamut”, detalla Paola De la Vega, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello
Producto de la tendencia que se ha generado la nutricionista develó algunos mitos y verdades sobre la dieta baja en gluten:
El gluten tiene función a nivel gastronómico y farmacéutico: VERDADERO. A nivel gastronómico, esta proteína tiene la función de actuar como elemento aglutinante en las masas, lo que contribuye a la unión del resto de los ingredientes y de las moléculas de agua que contienen, lo que da como resultado una consistencia firme y viscoelástica a los productos, lo que gatilla su uso en la industria alimentaria y farmacéutica como excipiente.
Si una persona es sana, excluir estos alimentos puede ser riesgoso para la salud: VERDADERO. Si la persona que va a llevar esta dieta no padece de Enfermedad Celiaca (EC), excluir estos alimentos conlleva a sufrir deficiencias de las vitaminas del complejo B y a la disminución de la ingesta de fibra y hierro, ya que los granos utilizados para los productos sin gluten son por lo general refinados, lo que los hacen menos nutritivos. También hay que señalar que por Normativa Chilena (RSA) las harinas de trigo son fortificadas, (Tiamina, Riboflavina, Niacina, Ácido fólico e Hierro) por lo que dejarían de consumir una fuente importante de los nutrientes anteriormente señalados.
Alguien que sufre de malestares intestinales puede seguir una dieta sin gluten: FALSO. Si al consumir gluten la persona tiene malestares gastrointestinales, lo mejor es acudir a un especialista quien solicitará exámenes inmunológicos y una endoscopia digestiva alta con biopsia intestinal para detectar la Enfermedad Celiaca. En caso de no tener esta patología y presentar Sensibilidad al Gluten no-Celiaca, la indicación es acudir un médico especialista y al nutricionista, quienes darán las directrices para una correcta alimentación y suplementación de vitaminas.
Las personas bajan de peso si siguen una dieta baja en gluten: FALSO. “Sin gluten” no significa “menos calorías” por lo que hago el llamado a los consumidores a leer el etiquetado nutricional y escoger alimentos saludables dentro de esta categoría que sean integrales e incorporar granos como la quinoa y el mijo a su alimentación. Recordar que la porción recomendada de pan al día, para un adulto promedio sano, son 2 porciones al día de pan, idealmente integral, para dos horarios de comida, la dosis es: ½ marraqueta, 1 ½ de pan pita y 2 rebanada de pan molde.