Duermes plácidamente pero sabes que debes levantarte temprano. Tienes miedo a que la alarma no suene, e incluso, despiertas varias veces durante la noche.
Este acto del cuerpo es el reloj interno funcionando, pero aumentado gracias a hormonas relacionadas con el estrés, las que fueron descubiertas por el doctor Jan Born, especialista de neurociencia del comportamiento en la Universidad de Tübingen en Alemania.
Según detalla en Huffington Post, en 1999 los doctores descubrieron que la hormona llamada adrenocorticotropina (o ACTH), mostraba niveles superiores de sangre cuando el sujeto que estaba durmiendo se acostaba sabiendo que debía despertarse a una hora determinada.
Para comprobarlo sometieron a 15 personas al estudio. Les informaron que debían levantarse a las 6 (normalmente se despertaban a las 9), lo que significó que al grupo que debía madrugar, "tuvieron un incremento adicional en el aumento gradual de ACTH que se produce en la última fase de sueño", dijo Born en el estudio.
Por su parte el doctor Luciano DiTacchio, profesor del Departamento de Farmacología, Toxicología y Terapéutica en el Centro Médico de la Universidad de Kansas alude a este comportamiento al gen KDM5A, el que funcionaría como un verdadero reloj y que codifica la proteína JARID1a, la que se sincronizaría con el entorno, la luz y la oscuridad de los ambientes donde dormimos, así como del propio ritmo corporal.
Por esto, dependerá del comportamiento de cada una de estas hormonas y genes, de cómo se comporten en el cuerpo humano, la variación de despertar por si sólos ante el estrés de levantarse a una hora específica.