Investigadores italianos creen haber descubierto la explicación a la imagen impresa en la Sábana Santa de Turín, que creyentes cristianos consideran que es la mortaja de Jesucristo.
Según la investigación de los científicos del Instituto Politécnico de Turín, que publicaron en la revista científica "Meccanica", un fuerte terremoto ocurrido en la antigua Jerusalén en el año 33d.C. pudo haber causado la aparición de la imagen de un cuerpo humano.
¿Cómo pudo ocurrir? El estudio propone que la radiación de neutrones causada por el fuerte sismo pudo imprimir la figura de un cadáver en la tela de lino, y que la datación por carbono 14 realizada en 1988 –y que estableció que el tejido era medieval- pudo haber resultado alterada por ese motivo.
El estudio italiano plantea que las ondas de presión de alta frecuencia generadas en la corteza terrestre durante los terremotos son fuente de emisiones de neutrones.
El sismo, de magnitud 8.2 Richter, pudo ocasionar la impresión a través de la captura de neutrones térmicos en núcleos de nitrógeno y haber aumentado el nivel de isótopos de carbono-14 que se encuentran en las fibras de lino, alterando las mediciones de su antigüedad, publica ABC.
LA IMAGEN EN NEGATIVO
La Sábana Santa de Turín es un lino amarillento que mide 4,32 metros de largo y 1,10 de ancho. Muestra una tenue imagen de la parte frontal y dorsal del cuerpo de un hombre con barba, que aparentemente fue torturado y crucificado.
Los primeros registros que se conocen de la sábana ubican su primera aparición en la localidad francesa de Lirey a mediados del siglo XIV, como propiedad del caballero Geoffroy de Charny, quien levantó una iglesia para su veneración como el sudario de Cristo. Más tarde pasaría a ser custodiada de la Iglesia Católica.
En 1898 el fotógrafo amateur Secondo Pia retrató la mientras se exhibía en la Catedral de Turín. Cuando revisaba la placa fotográfica vio una nítida imagen en negativo de lo que estaba impreso en la sábana.
Lo que apareció en la placa era una detalla imagen del cuerpo humano, incluso con detalles invisibles al ojo cuando se mira el sudario.
El misterio de cómo se formó la imagen comenzó entonces.
La Iglesia Católica no ha manifestado oficialmente su aceptación o rechazo hacia el sudario, pero en 1958 el papa Pío XII autorizó la imagen en relación con la devoción católica hacia la Santa Faz de Jesús.
En 1988 la Santa Sede autorizó la datación por carbono-14 de la sábana, que se realizó en tres laboratorios diferentes, y los tres laboratorios dataron la tela entre los siglos XIII y XIV (1260-1390). La Iglesia Católica aceptó la datación realizada sin retirar el culto al objeto por representar algo, de la misma manera que se reza ante una cruz de madera por lo que representa.