Dicen que la muerte se viste de blanco.
Es el caso de la sal, un condimento fundamental en la cocina, pero que ha contribuido a 2,3 millones de muertes prematuras relacionadas con el corazón, según un estudio de la Asociación Cardiaca de Estados Unidos que asegura, igualmente, que el 15% de las muertes por ataques al corazón, enfermedades cardio y cerebrovasculares han sido causadas por el exceso de sal.
Los investigadores analizaron 247 encuestas sobre el consumo de sodio por adultos desde 1990 hasta 2010 y determinaron cómo los niveles de sal en estas personas estaban afectando los riesgos de padecer una dolencia cardiovascular.
Casi un millón de los fallecidos (40%) fueron personas de 69 años o más jóvenes, mientras que el 60% fueron hombres.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la ingesta de sodio por debajo de los 2.000 miligramos al día, sin embargo, 181 de los 187 países del mundo, es decir, el 99% de la población mundial, supera el nivel recomendado.
El consumo de sodio global de diversas fuentes, tales como los alimentos preparados y la salsa de soja, promediaron cerca de 4.000 miligramos por día en 2010, según Saman Fahimi, autora principal e investigadora visitante en la Escuela de Harvard en temáticas de Salud Pública . Mientras, sólo en EE.UU. el consumo promedio fue de alrededor de 3.600 miligramos al día.
Entre los 30 países más grandes del mundo, Ucrania tiene la tasa más alta de mortalidad por el consumo excesivo de sodio, con 2.109 fallecidos por cada millón de adultos. Le sigue Rusia con 1.803 y Egipto con 836 muertos.
Los países con las tasas más bajas de muertes relacionadas con el consumo de sal son Qatar, con 73 por cada millón de adultos, Kenia con 78 y los Emiratos Árabes Unidos con 134.
No cabe duda que al alimentarnos, menos gramos de sal pueden tener directa relación con más días de vida. Todo parte por un acto de decisión a mantener una dieta equilibrada.