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Seis datos para derribar los mitos del Déficit Atencional

Este trastorno hereditario es más común de lo que parece, y aunque existe el mito de que sólo es atribuible a niños, hace ya varios años que se comprobó que los adultos también pueden poseerlo.

Nathalia Quijada

Lunes 16 de noviembre de 2015

Se olvidan de algunas cosas, tienen dificultades para concentrarse, hacen más de una cosa a la vez y les cuesta enfocarse; esas son algunas de las características de las personas con Trastorno de Déficit Atencional (TDA).

Este trastorno es uno de los más comunes en la niñez, pero no se queda sólo ahí ya que al ser hereditario puede acompañar para toda la vida.

El TDA se diagnostica generalmente durante la vida escolar, porque es ahí donde se pueden distinguir con mayor facilidad los primeros indicios.

 

A pesar de que el Déficit Atencional es más común de lo que parece, es poco lo que se sabe y mucho es especulación. Para conocer más sobre ello, el neurólogo de la Clínica Las Condes, Patricio Ruedi, conversó con 24Horas.cl y entregó los principales datos para conocer el TDA

¿Por qué se produce?

Todas las investigaciones indican que existe una influencia genética importante, pero no sólo se producirían de forma hereditaria, sino que también existen otros factores de riesgo. Según indica el doctor, las lesiones cerebrales, depresiones prolongadas, prematuridad o bajo peso al nacer e insomnio, son algunas situaciones que pueden ocasionar el TDA.

Síntomas y en qué casos consultar

Dificultades para concentrarse y tomar atención, problemas para organizar sus actividades, sentirse constantemente en apuros y no concretar situaciones; estos son algunos síntomas que podrían indicar que un adulto tiene un Déficit Atencional.

Si la persona sufre de un cansancio excesivo, llega muy agotado con un día normal de trabajo, tienen trastornos del sueño, estrés de cumplir sus actividades normales, nerviosismo, angustia y cansancio a pesar de haber descansado, son suficientes razones para acudir a un neurólogo y consultar.

 

Por su parte los niños presentan dificultad para prestar atención, pueden soñar despiertos muy a menudo, parecen no escuchar a nadie, distracción constante, olvidadizo, le cuesta permanecer sentado, habla demasiado y actúa y hablar sin pensar.

Es importante recalcar que no todas las personas que se comporten así tienen TDA, sólo hay que tener ojo cuando estos síntomas son prolongados u ocurren a diario.

¿En qué casos es necesario iniciar un tratamiento?

Según señala el doctor Ruedi, el tratamiento depende de la interferencia que tenga el TDA en la vida de la persona, ya que si es un déficit leve la persona puede funcionar mejor a medida que va conociendo lo que le pasa y aprende de ello, a esto le llama un "autotratamiento". Con esto se va practicando rutinas que faciliten el recordar las cosas u organizar mejor los tiempos para poder llevar una vida sin mayores alteraciones.

Si esto no se logra se puede tratar médicamente y, según indica Ruedi, esto se haría con resultados eficientes y con alta seguridad

 

No todas las personas con TDA son hiperactivos

Muchos padres relacionan la hiperactividad con un Déficit Atencional, pero no en todos los casos es así. El experto indica que existen tres tipos distintos de TDA:

1) Predominantemente inatento: Se le dificulta organizar y terminar una tarea, tomar atención a los detalles o seguir conversaciones. Se distrae fácilmente o se olvida de detalles, pero siempre mantiene una actitud tranquila.

2) Predomina una actitud hiperactivo-impulsivo: No puede estar quieto y habla mucho. Se les dificulta permanecer en una actividad por un tiempo prolongado y tienen problemas de impulsividad, lo que puede ocasionar que interrumpan mucho a los demás, les arrebate las cosas a otros o hable cuando no debe. Además les es difícil esperar su turno o escuchar instrucciones.

3) Mixto: Se presentan los síntomas de los casos anteriores por igual.

 

¿Se puede superar?

Aquí el doctor es claro en decir que al ser genético, por lo tanto lo que ocurre es que las personas pueden adaptarse y hacer el TDA menos evidente y sistemático. El trastorno se mantendrá en el tiempo, pero algunos casos serán capaces de compensar y disminuir.

¿Cómo hacerlo con la educación?

Hay personas con Déficit Atencional que tienen dificultades de aprendizaje, pero hay otros que no. Para Ruedi esto dependerá de cuándo se comienza con el tratamiento.

Con respecto al polémico diagnóstico que realizan los colegios al indicar que un alumno tiene o no TDA, el doctor es enfático al decir que las escuelas deben estar atentas a los niños que puedan padecer estos problemas, pero que su labor es sólo informar a los padres para que ellos puedan llevarlo a un profesional.

Las personas con TDA pueden tener carreras exitosas a medida en que vayan conociendo sobre su propio trastorno. En este caso el especialista llama a no tener miedo a ser diagnosticado y asistir al médico para mejorar sus dificultades.