Un equipo de neurocirujanos del Hospital Universitario de Utrecht en Holanda realizó una operación a una mujer, donde le cambiaron el cráneo por uno de plástico hecho con tecnología 3D a la medida especialmente para la paciente.
Esta persona sufría una enfermedad crónica, donde el espesor de su casco óseo medía cinco centímetros el lugar de los 1,5 de grosor que tiene una persona normal.
Esto aumenta la presión al cerebro, afectando en la vista de la joven y aumentando los dolores de cabeza, situación que si no se hubiera tratado a tiempo su situación habría empeorado de forma crítica.
La universidad aseguró que, esta es la primera operación de implante de cráneo que no es rechazado por algún paciente
La intervención tuvo lugar hace tres meses, pero se decidió no hacerla pública hasta asegurarse de que había tenido éxito. La paciente se ha recuperado completamente y se ha librado de los efectos de la enfermedad.