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Toallitas húmedas: enemigas del alcantarillado y del medio ambiente

Eliminarlas a través del inodoro crea una masa sólida de grasa que requiere mucha mano de obra para eliminarlo, además de generar grandes daños ecológicos.

Agencia Uno

© Freepik

Viernes 15 de marzo de 2019

Algunos países europeos alcanzan elevados volúmenes de fatbergs, creados principalmente por el desecho de toallitas húmedas por el inodoro. A fines del 2017, en Londres se encontró el más grande que se haya creado antes. 

Se trata de una masa sólida de grasa creada principalmente por toallitas húmedas, acompañadas de pañales, aceite, condones y distintos materiales que no deben ser tirados por el inodoro.

En el caso del fatberg encontrado en Whitechapel, Londres, Thames Water, el proveedor de servicios de agua y aguas residuales más grande del Reino Unido, asegura que medía “250 metros de largo aproximadamente 10 veces más grande que el famoso monstruo de Kingston encontrado en 2013”, y pesaba 130 toneladas, un peso equivalente a 11 buses de dos pisos. 

"Este fatberg es uno de los más grandes que hemos visto nunca. Es un monstruo total y requiere mucha mano de obra y maquinaria para eliminarlo”, señaló Matt Rimmer, Jefe de Redes de Residuos de la compañía, agregando que “es básicamente como tratar de romper el concreto. Es frustrante ya que estas situaciones son totalmente evitables y son causadas por la grasa y el aceite que se lavan en los lavabos y las toallitas que se tiran por el baño". 
 

 


Es por esto que existe una lucha constante en contra de las toallitas húmedas, uno de los principales productos que facilita la creación de esta bola casi indestructible. Según la BBC, tirar estas toallitas por el inodoro causa graves daños en los sistemas de desagües y en el medio ambiente, y asegura que un reporte del New York Times, New York ha gastado “más de US$18 millones para resolver problemas en sus plantas de tratamiento de aguas a causa de estas toallitas”. 

El problema de este producto es que es creado de una forma resistente para que dure, lo que hace difícil su degradación y que sus partes se dividan. Y uno de los grandes problemas que acarrea es que, después de obstruir el alcantarillado, pasa al océano y empieza a formar parte de toda la contaminación. 

A partir de esta situación, el Reino Unido ha implementado una medida para evitar o reducir la cantidad de toallitas resistentes que llegan al desagüe: crear una certificación oficial de "Fine to Flush”. según Water Online, “un nuevo estándar oficial que identifica qué toallitas húmedas se pueden desechar de forma segura en los inodoros”, pasando por pruebas científicas exhaustivas. 

Michael Roberts, Presidente Ejecutivo Estándar de “Fine to Flush” de Water UK declaró que este nuevo estándar “facilitará a los consumidores comprar un producto ecológico en lugar de uno que obstruya los desagües y alcantarillas”.