Ser trabajólico tiene relación con una adicción que se manifiesta como una necesidad excesiva e incontrolable de trabajar incesantemente. De acuerdo al psicólogo de Centros Médicos Vidaintegra, Fernando Marchant, en algunos casos puede ser motivada para evadir realidades no deseadas o evitar conflictos emocionales.
“Cuando una persona trabajólica se ve limitada de trabajar por algún motivo, puede experimentar tensión, irritabilidad e insomnio. En general, las personas no tienen conciencia de la enfermedad y niegan el problema”, explica el especialista.
Síntomas: estrés, cansancio, disminución de la libido, dificultades para conciliar el sueño o despertar precoz, desórdenes gastrointestinales, incapacidad para relajarse o delegar tareas.
Fernando Marchant asegura que las personas trabajólicas se pueden ver expuestas a problemas psicosomáticos como cefaleas tensionales y problemas gástricos, además de manifestar ansiedad y depresión. “En un nivel más comprometido con la salud física, se pueden presentar problemas cardiovasculares, como angina e infartos. En el ámbito social, se presenta escaso o nulo interés por las relaciones interpersonales, la persona se aisla y empobrece la calidad del vínculo de las relaciones con sus familiares y amigos”, advierte el profesional.
Tratamiento
El psicólogo explica que el problema se aborda desde una perspectiva multidisciplinaria, siendo la terapia psicológica un punto imprescindible en la intervención. “Se busca ayudar al paciente a que desarrolle la valorización personal, el control de sus impulsos, el desarrollo de actitud positiva y fomentar sus relaciones con el entorno. Es importante trabajar el vínculo entre terapeuta y paciente, fomentando la confianza y el cumplimiento de tareas por parte del afectado”, concluye el profesional.
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