El pasado sábado 20 de abril, la policía de la localidad de Wolcott (Conecticut, Estados Unidos) recibió una extraña llamada a las 10.20 horas de la mañana.
Se trataba del aviso de Larry Beck, arrendatario de una casa que aseguraba que una roca se había estrellado en su morada, traspasando el techo de su hogar la noche anterior.
El desconocido objeto provocó daños en el tejado, llegando a formar un agujero en el techo del ático, y la rotura de las tuberías.
Según ha informado la cadena NBC, Beck ha explicado que "oyó un gran estruendo" y pensó "que se había roto una viga". Sin embargo, al registrar su ático al día siguiente, encontró el agujero y el resto de daños causados por la roca, por lo que decidió llamar a la policía. "En el golpe la roca se partió y había restos por todo el suelo", ha señalado.
Unos días después del suceso, expertos de la Universidad de Yale han confirmado que el objeto corresponde a un meteorito.
En un comienzo se habló de una pieza de pavimento de una pista de aterrizaje arrojada por un avión, ya que la casa afectada está cerca de los aeropuertos de Bradley y Oxford.
Sin embargo, la víctima decidió recurrir a especialistas para determinar de qué se trataba. Ellos inmediatamente infirieron que podría tratarse de un meteorito ya que la policía también reporto llamadas e informes de una fuerte explosión que se había registrado en el estado.
Stefan Nicolescu, experto de la Universidad de Yale luego de estudiar la roca confirmó que trataba de un meteorito que podría ser consecuencia de la lluvia de Líridas, que ocurre cada año durante esta época.