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Snuffles, el perro huérfano de dos narices encontró un hogar

El can que no lograba establecerse con una familia que lo cuidara, finalmente encontró el cariño de un hombre que lo acepta pese a su extraña fisonomía.

Daniel Andrade

Domingo 9 de febrero de 2014

El final de esta historia demuestra que el amor entre una persona y los animales es ciego, porque Snuffles, el perro que por un defecto congénito nació con dos narices encontró una familia a quien olfatear doblemente.

El cachorro de cinco meses no había podido conseguir que lo adoptaran, lo que motivó que la organización Dog Trust organizara una campaña para encontrarle casa. El pastor belga fue publicitado por este grupo que protege y cuida a diferentes cachorros, poniendo entre sus virtudes las de tener una "gran personalidad y querer aprender cosas nuevas para recibir abrazos".

Según informó The Huffington Post, la historia del animal abandonado en Glasgow, Reino Unido, recorrió el mundo generando que las llamadas y mails no pararan de llegar al centro donde permanecía.

El nuevo "padre" de Snuffles llegó a conocerlo y al llevarlo a dar un paseo se dio cuenta de que el perro "era perfecto".

De esta manera la soledad de este can llegó a su fin, y desde ahora tendrá quien lo cuide le de cariño.