Hace diez años miles de chilenos se juntaron en el centro, no para rezar, ni para protestar o recibir a una estrella rockera. Se juntaron en un parque para ser fotografiados desnudos. Fue una ocasión para el destape, la alegría y también motivos de desencuentro con quienes consideraron que en el Parque Forestal no hubo arte sino que desenfreno, pecado y hasta presencia satánica.
¿Cómo lo recuerda el fotógrafo Spencer Tunick? Revisa los detalles en el video.