Hasta hace poco, reducir el ancho de la nariz sin someterse a una rinoplastia era casi imposible. Hoy, un procedimiento menos invasivo y de recuperación rápida comenzó a ganar protagonismo en clínicas del país.
Se trata de la alectomía nasal, que a diferencia de la rinoplastia tradicional, que modifica huesos y cartílagos, esta cirugía se centra únicamente en la base de la nariz.
¿En qué consiste?
Su objetivo es disminuir el ancho mediante pequeñas incisiones en los pliegues nasales, logrando resultados armónicos sin alterar la estructura ósea.
El procedimiento, que dura aproximadamente 45 minutos bajo anestesia local, es ambulatorio y permite retomar la rutina en apenas tres días. Las cicatrices suelen ser mínimas y casi imperceptibles, lo que aumenta su atractivo entre quienes buscan cambios sutiles.
"Es una cirugía mucho más simple que la rinoplastia, porque trabaja solo en los pliegues nasales y no altera la estructura ósea. Eso permite una recuperación más rápida y cambios que respetan la naturalidad del rostro", explica el Dr. Eduardo Navia, cirujano maxilofacial de Clínica Costa Verde.
Aunque aún poco conocida, la alectomía nasal empieza a ganar terreno entre pacientes que buscan un rostro más equilibrado sin transformaciones radicales.
Su popularidad refleja una tendencia global: la preferencia por procedimientos específicos, de bajo riesgo y resultados naturales, en contraste con cirugías más invasivas de décadas anteriores. Así, la alectomía nasal se perfila como una de las grandes revelaciones estéticas de 2025, consolidando un cambio de paradigma en la cirugía facial hacia intervenciones mínimas pero efectivas.