La llegada paulatina de las altas temperaturas trae consigo la utilización de un electrodoméstico que año a año es más vital para las personas: el aire acondicionado.
El cambio climático y lo extremo de las temperaturas hacen que el aire acondicionado sea cada vez más vital en las casas o lugares de trabajo.
Sin embargo, su uso también trae de manera colateral ciertos problemas para la salud.
El doctor Cristóbal Langdon, otorrinolaringólogo experto en patologías nasales y director médico de Speaknosis, explicó que el problema radica en cómo estos sistemas alteran la humedad y temperatura del aire.
"El aire acondicionado y la calefacción cambian la composición del ambiente. Cuando el aire se seca, la mucosa nasal pierde su capacidad de filtrar y humedecer correctamente, lo que facilita la entrada de virus, bacterias y alérgenos", señaló.
La mucosa nasal es la primera barrera de defensa del sistema respiratorio. Cuando se reseca, se inflama y pierde eficacia, generando síntomas como congestión, picazón, estornudos o sensación de nariz tapada. Además, en personas con rinitis alérgica, sinusitis o asma, estos factores pueden agravar los cuadros respiratorios.
Recomendaciones prácticas para un ambiente saludable
- Mantener la temperatura entre 22°C y 24°C y evitar los cambios térmicos bruscos
- Asegurar una humedad ambiental entre 40% y 60%, idealmente con humidificadores o recipientes con agua en calefactores
- Ventilar diariamente los espacios cerrados, incluso durante el invierno, por al menos 10 minutos
- Evitar dirigir el flujo de aire directamente hacia el rostro o las vías respiratorias