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Proteger salud cardiovascular evitaría casi la mitad de casos de demencia a 2040, según estudio

La investigación de la Universidad de Chile determinó que un 45% de las demencias que se produzcan en los próximos 20 años, entre las personas mayores de 45 años, se podrían prevenir si se controlan nueve factores de riesgo.

24horas.cl

Prensa U. de Chile

Martes 23 de agosto de 2022

La salud cardio vascular es el principal aspecto a mejorar para evitar el desarrollo de demencia en los próximos 10 años, según concluyó un estudio de la Universidad de Chile.

La indagatoria —realizada la Facultad de Medicina y en la que se analizaron más de 3.300 personas de entre 45 y 80 años tuvo como objetivo comprender la dinámica de prevalencia a futuro de esta condición y aportar evidencia para mejores estrategias preventivas.

La investigación, publicada por la revista Alzheimer's & Dementia: Diagnosis, Assessment & Disease Monitoring, plantea que controlando nueve factores de riesgo podría —eventualmente— evitarse hasta un 45% de los casos en las siguientes dos décadas. Entre estos, se cuentan aspectos metabólicos, sociales y de estilos de vida.

La doctora Carolina Delgado, investigadora principal del estudio y académica del Departamento de Neurociencia y del Departamento de Neurología del Hospital Clínico de la U. de Chile, señaló que "pudimos apreciar que los factores de riesgo cardiovascular —obesidad, diabetes e hipertensión—, aquellos que aumentan el riesgo de tener enfermedad al corazón o al cerebro, son mucho más altos en Chile que lo que se detecta en otros países. La pérdida auditiva, en cambio, siendo también de importancia, apareció a un nivel similar a lo que ocurre en el extranjero”.

Situación en Chile

En Chile, la expectativa de vida es similar a la de países desarrollados: 77 años para los hombres y 82 para las mujeres. De acuerdo al Plan Nacional de Demencia del año 2017, cerca de 200 mil personas en el país viven con esta condición, aunque hasta un millón son parte del total de habitantes afectados por su impacto social, económico y de salud mental. Las proyecciones apuntan a que, al año 2050, más de 530 mil personas estarán diagnosticadas con la enfermedad, casi cuatro veces las registradas en 2010 (150 mil).

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la demencia es un síndrome, generalmente de naturaleza crónica o progresiva, caracterizado por un deterioro de las capacidades cognitivas (es decir, la capacidad de procesar la información), que afecta la capacidad de desenvolverse por sí solo en el diario vivir, comprometiendo primeras actividades complejas de la vida diaria y posteriormente actividades más básicas.

A la fecha, no hay ningún tratamiento que pueda curar la demencia o revertir su evolución progresiva. Existen numerosos tratamientos nuevos que se están investigando y los ensayos clínicos se encuentran en diversas etapas. Sin embargo, existen numerosas intervenciones que se pueden ofrecer para apoyar y mejorar la vida de las personas con demencia y sus cuidadores y familias.

Estudio

El trabajo convocó a investigadores de tres áreas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile: la Escuela de Salud Pública, el Departamento de Neurociencia y el ICBM, además de investigadores de la UMCE y del Hospital del Salvador. Las científicas que lideraron el estudio apuntan a que este replica los análisis formulados en el Hemisferio Norte respecto a qué elementos preventivos pueden ser o no modificables para la prevalencia de la demencia.

Tomando como referencia estos algoritmos, en combinación con los datos de la Encuesta Nacional de Salud, el estudio proyectó el panorama de los factores de riesgo asociados a los casos de demencia que se diagnosticarán en los próximos 20 años en personas hoy mayores de 45 años. En la investigación, se analizaron los datos de 3.332 personas, estratificando su análisis por sexo y en dos grupos de edad: de 45 a 64 años y sobre 65 años.

Los aspectos vinculados con el desarrollo de la enfermedad, y que fueron evaluados por la investigación, son: escolaridad, hipertensión, índice de masa corporal, nivel de actividad física, de consumo de alcohol y de tabaco, además de presencia o ausencia de diabetes, de síntomas depresivos y de queja auditiva.

“Eran resultados esperables si consideramos que la salud cardiovascular es la primera o segunda causa de muerte y la primera de discapacidad a todo nivel en el mundo. Pero un aspecto importante de los resultados es que el 90% de los factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares son modificables”, señaló la doctora Delgado, quien estimó que la mejor prevención de esto pasa por un mejor acceso a salud y a estilos de vida de mejor calidad desde la infancia.

Aunque la edad es el principal factor de riesgo para el desarrollo de esta condición, no es una consecuencia inevitable del envejecimiento. Además, la demencia no afecta exclusivamente a personas mayores. De hecho, la demencia temprana (aparición de los síntomas antes de los 65 años) representa hasta un 5% de los casos. En 2015, el costo social total de la demencia a nivel mundial se estimó en US$ 818 mil millones, una cifra equivalente al 1,1% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.

La demencia afecta a cerca de 50 millones de personas en todo el mundo, de las cuales alrededor del 60% viven en países de ingresos bajos y medios, y cada año se registran cerca de 10 millones de nuevos casos. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, se calcula que entre un 5% y un 8% de la población general de 60 años o más sufre demencia en un determinado momento. A futuro, se prevé que el número total de personas con demencia alcance los 82 millones en 2030 y 152 millones en 2050. Gran parte de ese incremento en las próximas décadas, además, estaría asociado a países de ingresos bajos y medios.