Cuando sufrió la parálisis cerebral, los medios no dudaron en titular con la triste historia de la "escolar perfecta".
Y es que Antonia Cabrera cumplía con todos los requisitos: buenas notas, muchas amigas y, además, desde pequeña posaba como modelo para distintas publicidades.
Sin embargo, lejos de echarse a morir con el accidente, Antonia luchó y venció con creces el negativo pronóstico inicial que -en el mejor de los casos- la daba por vegetal.
Hoy, Antonia se para, camina e incluso tira bromas al público del Teatro Teletón.
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