Uno de los enemigos más aterradores que ha tenido la humanidad, culpable de la muerte de hasta 600.000 personas al año y de cinco reyes europeos sólo en el siglo XVIII, ha reaparecido en una fosa común de Siberia sepultada hace tres siglos.
Un grupo de arqueólogos ha desenterrado cinco momias congeladas, pertenecientes a dos mujeres, un hombre y dos niños inhumados juntos alrededor del año 1714 en Churapcha, a pocos cientos de kilómetros del Círculo Polar Ártico.
Las autopsias realizadas a las momias indicaron que si hubo rastros de viruela y que murieron debido a la terrible enfermedad. Los Patólogos indicaron que la mujer, de unos 23 años, sufrió dolores de cabeza y fiebre de hasta 40 grados durante tres días. Entonces aparecerían en su boca y su lengua pequeñas manchas rojas, que rápidamente se convirtieron en llagas, mientras su cuerpo se llenaba de pústulas.
El mundo científico aún no cree en el brote de la temida viruela, igualmente realizan estudios para una posible solución frente al renacimiento de la peste.