Tras el inicio de venta de entradas para la 60 versión del Festival de Viña del Mar 2019, la alcaldesa de la ciudad, Virginia Reginato, alzó la voz a raíz de la reventa de boletos para el certamen.
En su cuenta de Twitter, Reginato aseguró que avisó a los canales organizadores del evento viñamarino sobre "la situación de la reventa de entradas" y pidió "que se tomen las medidas dentro de la normativa vigente".
"Los fans no pueden ser víctima de especuladores", sentenció la edil sobre las personas que pretenden encontrar una entrada para unos de los seis días que dura el evento.
Esto luego que en una popular página revendedora de tickets se ofrecen, por ejemplo, un palco que cuesta 230 mil pesos para ver a la banda estadounidense, "Backstreet Boys", a casi un millón de pesos. Lo mismo ocurre con la ubicación que le sigue, Platea Preferencial, que de 160 mil pesos pasó a 500 mil.
Platea premium tiene un valor de $120.000 aproximadamente y en reventa es fácil encontrarla por $400.000. En tanto, una entrada de galería que cuesta cerca de $30.000, está a más de $100.000.
La polémica se ha tomado las redes sociales, donde el llamado es a denunciar este tipo de conductas y así advertir a los fanáticos de no adquirir entradas por este medio.
Si la reventa de entradas es de manera online es alegal a nivel estatal. Esto significa que no es legal, ni tampoco ilegal, sino que no está contemplado en la norma, por lo que queda en tierra de nadie.
La falta de una normativa que prohíba estas prácticas para poner límites a los precios es lo que ha encendido la polémica, pues se ha generado todo un lucrativo negocio en torno a los tickets.
El certamen internacional se realizará entre el domingo 24 de febrero y el viernes 1 de marzo, con seis noches que se centrarán en el pop, las baladas románticas y el ritmo urbano.