Desde su creación, Educación Inicial 2030 se ha propuesto ser un referente en la educación inicial en Chile, promoviendo una enseñanza de calidad y equitativa para todos los niños y niñas. Hoy, la red reúne a seis universidades, 13 sostenedores de jardines infantiles y salas cuna, 21 instituciones que implementan programas para la primera infancia y once instituciones donantes. Todos comparten un objetivo común: fortalecer el ecosistema educativo coordinando acciones entre sociedad civil, sector público y academia, con la ambición de posicionar a Chile como un país líder en valoración, calidad y equidad en la educación de los primeros años.
Su trabajo se centra en garantizar que más niños y niñas puedan acceder a jardines infantiles y salas cuna de calidad. Al mismo tiempo, impulsa mecanismos de financiamiento equitativos que priorizan a quienes más lo necesitan, promoviendo la inclusión entre sostenedores. La red también desarrolla programas dirigidos a potenciar habilidades parentales, reconociendo que la familia es el primer y más importante espacio de aprendizaje.
Cada iniciativa combina el conocimiento teórico de las universidades con la experiencia práctica de quienes administran jardines infantiles, asegurando que las acciones se basen en evidencia y generen un impacto real en el desarrollo cognitivo, socioemocional y potencial de cada niño y niña.
Prioridades 2025: comunicación, incidencia y conocimiento
Este año, Educación Inicial 2030 pone especial énfasis en fortalecer la valoración social de la educación inicial a través de una campaña de comunicaciones que difunda su importancia. Paralelamente, trabaja en la incidencia legislativa, contribuyendo a la elaboración de políticas públicas que resguarden la calidad y la equidad del nivel educativo. Además, promueve la articulación del conocimiento, generando alianzas entre academia y práctica para que las experiencias exitosas se compartan y escalen.
Frente a los desafíos actuales la red define tres focos de trabajo que nacen del diagnóstico y realidad que presenta el nivel educativo en Chile hoy. Estos tres ejes son avanzar en un sistema de financiamiento equitativo para el nivel y con un mecanismo que se adecúe a las necesidades de las salas cunas y jardines infantiles; avanzar sistemáticamente en aumentar la cobertura del nivel educativo en Chile y la asistencia de los niños al jardín; y avanzar en un sistema universal que permita que todas las familias que tienen niños en sus etapa inicial puedan acceder a programas de calidad que fortalezcan sus competencias parentales, logrando así relevar el rol de las familias como primeros educadores.
Lo que les distingue es su capacidad de articular a actores diversos en torno a un propósito común. Universidades, sostenedores, instituciones de programas infantiles y donantes trabajan en conjunto, compartiendo experiencias y buenas prácticas, para lograr que cada iniciativa tenga un impacto real y medible. Esta colaboración permite que los avances en la investigación se traduzcan directamente en mejoras concretas en los jardines infantiles y en la vida diaria de las familias.
Además, la red reconoce que la educación inicial no solo forma a los niños y niñas del presente, sino que construye las bases del futuro del país. Cada acción, desde la creación de programas de desarrollo parental hasta la promoción de políticas inclusivas, tiene como objetivo generar una sociedad más equitativa y con oportunidades reales para todos. En este sentido, Educación Inicial 2030 se posiciona como un actor estratégico y comprometido con que Chile sea un referente mundial en educación para la primera infancia.
Con esta estrategia, la red se consolida como un actor clave capaz de transformar el futuro educativo de Chile desde los primeros años de vida. Una red que demuestra que invertir en la primera infancia no es solo una responsabilidad: es invertir en el futuro de todos.