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¿Cuál es el peso máximo que puede cargar un niño en su mochila?

Conoce las condiciones que permiten un buen uso de este clásico objeto para el transporte de los materiales escolares, y las características que debe tener una mochila que no dañe ninguna parte del cuerpo de los niños.

Daniela Toro

Miércoles 31 de diciembre de 1969

Es común que los niños utilicen una mochila en la espalda para transportar sus textos y materiales de estudios, pero a pesar de los beneficios, utilizarla de mala manera puede traer graves consecuencias.

Esto, porque la columna de un niño se encuentra en desarrollo y no está madura para cargar mucho peso ni tampoco para hacerlo en forma prolongada, según explica el director del Programa de Quiropraxia de la Universidad Central, David Lópéz.

"El exceso de peso puede dañar la maduración de las placas de crecimiento vertebral y provocar pequeños desgarros discales en un niño, que más tarde evolucionarán hacia una discopatía", indica.

Así, el peso de la mochila nunca debería exceder el 15% a 20% del peso corporal. Es decir, si un niño pesa 40 kilos, la mochila no debiera sobrepasar los seis kilos normalmente y usar, como máximo, ocho kilos.

Otra recomendación es que la mochila sea utilizada para trayectos cortos, sujetada siempre en ambos hombros, ya que si se usa colgando de un solo hombro facilita la postura escoliótica, pudiendo producir dolor y fatiga muscular.

López también aclara que es un error la tendencia de los padres a comprarles una mochila grande a los niños.

"La mochila, sin contar sus tirantes, debiera medir no más dos tercios de la distancia que existe entre la última vértebra lumbar hasta la base del cuello. Es decir, si la espalda de su hijo o hija, desde el sacro hasta la nuca, mide 40 centímetros, la mochila no debiera exceder los 30 centímetros", añade David López.

Una vez instalada sobre los hombros, la mochila nunca debe sobrepasar la zona lumbosacra, con unos seis centímetros por sobre el sacro (cerca donde terminan las costillas) para evitar que la tracción del peso sobre los hombros se incremente.

Además los correajes deben tener ancho mínimo de cinco a seis centímetros y ser acolchados, ya que cuando son estrechos comprimen los tejidos, generando dolor en los hombros.

La alternativa de mochilas con ruedas también hoy está al alcance de muchos. En ese caso hay que evitar igualmente que el niño cargue mucho peso y que transite por caminos muy irregulares.

"Las tracciones repetitivas sobre la extremidad también podrían provocar sobreuso al hombro, codo y mano e inflamación muscular, entre otros problemas", detalla el quiropráctico.