El Ministerio Público se encuentra investigando a un suboficial de Gendarmería, con 27 años de servicio, que se habría dedicado al "deliverys" de teléfonos y droga para los internos de Colina 1. El ilícito le habría dejado ganancias superiores a los 30 millones de pesos.
Se trata del suboficial Joni Lieuw Hie Molina, de 44 años, quien fue detenido durante esta mañana. De hecho, al momento de su aprehensión lanzó su mochila, la cual en su interior almacenaba 24 teléfonos, casi 2 millones de pesos en efectivo, drogas, munición y pistolas.
"Esta es una investigación que comienza en año 2023, en la cual existían ya antecedentes la de la actividad que ha realizado este imputado este gendarme a esa fecha, conjuntamente con otros internos, lograban hacer ingreso de diversos elementos prohibidos al recinto penitenciario, entre ellos equipos de telefonía celular y marihuana y cocaína", consignó Sergio Soto, de la Fiscalía Metropolitana Occidente.
Ambos internos cumplen condena y por su buena conducta integraron la brigada contra incendios donde conocieron al gendarme, según el Ministerio Público, de esa manera, captaba a los interesados.
Al respecto, la institución consignó: "Gendarmería rechaza y condena toda acción que se aparte de la providad administrativa, por lo que en el marco de una política de tolerancia 0 a la corrupción y del combate contra el crimen organizado, ha intensificado su labor de investigación criminal al interior de establecimientos penales".
Según el Ministerio Público por cada "envío" cobraba 100 mil pesos: "Este funcionario de Gendarmería obtenía una ganancia mensual de aproximadamente 4 millones de pesos y durante todo el período que estuvo objeto de investigación, la suma deberían bordear entre los 30 y los 40 millones de pesos que obtuvo solamente y exclusivamente a través de esta especie de delivery que había implementado en Colina 1", agregó el fiscal Soto.
Y es que en su tiempo libre pasaba a buscar los teléfonos a las casas de los familiares presos y cuando entraba turno los ingresaba ocultos en su vestimenta.
El gendarme en cuestión fue formalizado por los delitos de cohecho agravado. La penalidad mínima que podría arriesgar solamente por ese delito es de 10 años y 1 día, además de los delitos de infracción a la Ley 20.000 que podrían sumarle alrededor de otros 5 años y 1 un día de presidio,