El pasado 23 de marzo, Marcelo Pefferle fue "tragado" por el mar tras rescatar a una mujer que se ahogaba en la playa Chépica B de El Tabo. Su cuerpo jamás volvió a aparecer en tierra.
El dramático hecho ocurrió cundo Marcelo llegó a la playa desde San Bernardo para pasar unos días con su familia. Ese domingo 23 de marzo, acompañó a su sobrino de 12 años a la playa. Se pusieron sus trajes de agua y jugaron en la arena, consignó LUN.
Fue a las 17:00 horas, aproximadamente, que Marcelo se lanzó al mar para rescatar a una mujer que pedía auxilio. Logró rescatarla y empujarla hacia la orilla, pero Marcelo no apareció.
"Me avisaron a las cinco y media. Cuando llegué, el niño estaba solo, tiritando envuelto en una manta. Marcelo llevaba como 45 minutos en el agua y ya nadie lo veía. Desde ese momento, todo ha sido dolor y desgaste", comentó Solange Perfferle, hermana de Marcelo.
Tras el accidente, la familia inició la búsqueda para que un juez autorice anticipadamente la declaración de muerte presunta de Marcelo. Según su hermana, no se trata de dejar de buscarlo, sino que avanzar. "Tenemos su finiquito laboral detenido, un crédito parado, un vehículo que no podemos transferir y una cuenta que pagar", agregó la hermana.
"Mi mamá gastó hasta sus ahorros para su propia sepultura. Mi hermano era su apoyo económico, su compañero. Ahora no tenemos ni eso ni certeza legal de nada", agregó.
Al respecto, la ley chilena exige un plazo de cinco años sin noticias para declarar la muerte presunta de una persona cuyo cuerpo no ha sido encontrado. Sin embargo, hay excepciones: cuando la desaparición ocurre en circunstancias que es altamente probable que la persona haya muerto.