La Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) ofició a la Seremi de Salud de la Región Metropolitana tras la denuncia por tarros de “jurel falso” que habrían sido utilizados para el Programa de Alimentación Escolar (PAE).
A través de una declaración pública, Junaeb detalló que "el Programa de Alimentación Escolar (PAE) entrega cerca de cuatro millones de raciones de alimentos al día. Cada uno de los productos cuenta con su respectiva resolución sanitaria certificada por los organismos competentes".
"Adicionalmente Junaeb realiza de manera regular controles de calidad muestrales tanto a las materias primas como a los productos preparados a través de laboratorios acreditados, para verificar su calidad e inocuidad", indicaron.
Ante la denuncia, señalaron que oficiaron “de inmediato a la Seremi de Salud Metropolitana para conocer las acciones que se están realizando ante esta denuncia. Por lo tanto, nos encontramos a la espera de la resolución que adopte y así tomar las medidas pertinentes”.
“Actualmente, cerca de 38 marcas de jurel forman parte del programa y de manera preventiva hemos instruido a las empresas del PAE a generar ajustes en los menús de todos los establecimientos educacionales del país, evitando la entrega de productos pertenecientes a las marcas de jurel en conserva que han sido denunciadas”, añadieron.
Finalmente, recalcaron que mantendrán “una vigilancia de lo definido por la autoridad competente, utilizando todas las herramientas dispuestas para el control y supervisión del programa de alimentación”.
La denuncia
La agrupación Pescadores Industriales del Biobío presentó una denuncia ante la Seremi de Salud Metropolitana contra cuatro marcas de conservas importadas desde China -Coliseo, Barquito, Novamar y Acuenta- por comercializar productos etiquetados como “jurel” que, según análisis científicos, corresponden a otras especies como caballa o sardina española.
El gremio acusa al menos tres infracciones al Reglamento Sanitario de Alimentos, al considerar que se trata de un producto falsificado que no cumple con la normativa vigente. Entre ellas, se cuestiona que los productos comercializados no informan con precisión la naturaleza real del alimento ni su composición nutricional; se acusa la importación de productos alterados, adulterados o falsificados; y se advierte que el etiquetado y la publicidad podrían inducir a error, engaño o confusión entre los consumidores.
Las conservas denunciadas están presentes en supermercados, almacenes de barrio y forman parte de los menús escolares entregados por el Estado. Según los análisis, presentan un perfil nutricional inferior al del jurel auténtico. “En uno de los productos importados desde China se detectaron diferencias significativas: 18% más sodio, 51,4% más grasa y 13,2% menos proteína en comparación con el jurel nacional”.
Según la presidenta de Pescadores Industriales del Biobío, Macarena Cepeda, “estamos frente a un hecho gravísimo, ya que 30 millones de conservas que se venden como jurel en Chile no lo son. Hablamos de casi la mitad de los tarros comercializados en el mercado nacional, por lo que pedimos a la autoridad fiscalizadora que investigue, sancione y retire estos productos falsificados. Se está engañando al consumidor y dañando la fe pública”.