En el Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, un grupo transversal de 30 parlamentarios presentó una carta al Presidente Gabriel Boric solicitando que se evalúe la posibilidad de otorgar un indulto presidencial a Yesenia Azócar Banda, condenada a ocho años de cárcel tras disparar a su expareja, luego de enterarse de que él habría abusado y violado a su hija.
Los legisladores plantean que la situación de Azócar debe entenderse dentro de un contexto marcado por violencia extrema y una respuesta institucional insuficiente. Según indican, no se trata solo de revisar una pena, sino de reconocer que la mujer actuó bajo una realidad límite donde las instituciones no protegieron a su familia.
La misiva también recuerda que tratados internacionales ratificados por Chile, como CEDAW y la Convención de Belém do Pará, obligan al Estado a actuar con debida diligencia para prevenir y reparar la violencia de género, especialmente cuando los mecanismos institucionales no responden adecuadamente.
La carta fue encabezada por el diputado Jorge Brito, pero fue respaldada por varios parlamentarios y organizaciones feministas.
"Yesenia no es una criminal"
En el texto, el diputado Brito explicó que “lo que pedimos al Presidente no es solo la tramitación de un indulto, sino un acto de humanidad y justicia. Yesenia no es una criminal: es una madre que reaccionó frente a la vulneración brutal de su hija y ante un Estado que no supo protegerlas. El indulto particular reconoce que el castigo no puede recaer con más fuerza sobre quienes ya fueron víctimas de un sistema que les abandonó”.
Y añadió que “he aquí la importancia de que los tribunales de justicia fallen con perspectiva de género y que el gobierno colabore con medidas de reparación y acompañamiento psicosocial. Por ello, ya hemos oficiado al Ministerio de la Mujer y las respuestas han sido positivas en torno al caso de Yesenia”.
La carta insiste en que la solicitud de indulto no pretende validar la violencia, sino considerar la dimensión humana y estructural del caso, particularmente porque Yesenia no registra antecedentes penales y su actuar debe comprenderse a la luz de las experiencias de miles de mujeres que enfrentan violencia sistemática en el país.