Valentina Henríquez se convirtió en la primera chilena en correr 500 kilómetros sola en pleno desierto de Atacama.
Perteneciente a la comunidad de ultrarunning Nadie Corre Solo (NCS), la deportista demoró más de tres días en cumplir la meta: "Una belleza y brutalidad constante".

El trayecto fue completando 500 kilómetros en dos formatos simultáneos: un equipo RELAY de siete corredores y una atleta SOLO que recorrió toda la distancia en solitario. Ambos equipos cruzaron la meta con excelentes resultados marcando un hito para el running chileno.
El desafío comenzó el 24 de noviembre a las 04:00 horas con la largada de la categoría SOLO, mientras que el equipo RELAY inició su ruta el 27 de noviembre a las 22:00 horas, calculando sus tiempos para encontrarse en los últimos kilómetros y completar unidos el recorrido por el desierto más árido del mundo.

Para NCS, este desafío representa una demostración de comunidad, disciplina y resistencia emocional. Sus integrantes combinaron trabajo, vida familiar y entrenamientos intensivos durante meses, preparando un proyecto que requiere organización logística, autosuficiencia y fortaleza mental. Cada corredor aportó desde su rol, reforzando la idea que da nombre al equipo: nadie corre solo, incluso cuando te toca correr en solitario.
La preparación no solo implicó entrenamiento y disciplina. También fue necesaria una logística precisa y equipamiento técnico adecuado. La empresa Salomon apoyó al proyecto equipando al equipo con la indumentaria necesaria para enfrentar un terreno cambiante compuesto por arena, roca volcánica, altura y oscilaciones térmicas que superaron los 30 grados entre distintos tramos.
La historia de Valentina Henríquez
Uno de los hitos más relevantes fue el logro de Valentina Henríquez, quien completó los 500 kilómetros en formato SOLO en un tiempo total de 142 horas y 18 minutos, convirtiéndose en la primera mujer chilena en hacerlo. Su recorrido abarcó altitudes que oscilaron entre los 1.000 y los 4.000 metros sobre el nivel del mar, enfrentando temperaturas extremas, cambios de terreno y tramos de completa oscuridad.
Para la corredora la experiencia fue única “The Speed Project Atacama fue de una belleza y brutalidad constante, en la ruta mi alma se sintió exprimida, cada paso me rompía. Me sentía abatida y para terminar tuve que tomar una decisión muy difícil: continuar sola parecía traicionar el espíritu del proyecto que habíamos empujado por meses, pero parar era traicionarme a mí misma. Mi única certeza fue: no llegué hasta aquí para detenerme y esa certeza fue lo único que el desierto no pudo romper”.
Valentina corrió acompañada de Stefanía Urqueta (Kinesióloga MEDS, Chile), Fernanda Rodríguez (WAFA, Chile), Paola Martínez (WAFA, Psicóloga, Chile), Tilly GW (Pacer, Londres) y Will Pierce (Driver, EEUU).