Un nuevo estudio reveló que los adolescentes con ansiedad y depresión pasan, en promedio, 50 minutos más al día en redes sociales que sus pares, y además se sienten menos satisfechos con su experiencia online.
LEE TAMBIÉN EN CONCIENCIA 24.7:
- Shenzhou-19: China completa con éxito histórica misión espacial y rompe récord
- Estudiantes de la USM viajarán a la RoboCup 2025, el mayor evento de robótica e IA del mundo
- Robot humanoide se descontrola en China: lanza golpes e intenta escapar
La investigación, publicada en Nature Human Behaviour, analizó a 3.340 jóvenes del Reino Unido de entre 11 y 19 años, y encontró que quienes tienen problemas de salud mental son más vulnerables a los efectos negativos de las plataformas sociales.
“Este es un hallazgo importante para las familias: si tu hijo o hija es más vulnerable por ansiedad o depresión, las redes sociales deben ser monitoreadas con mayor atención”, explicó Anne Marie Albano a Nature, psicóloga clínica de la Universidad de Columbia.
Más tiempo, menos control
El equipo de la Universidad de Cambridge, liderado por la investigadora Luisa Fassi, revisó datos de una encuesta nacional realizada por el NHS en 2017. Según el estudio, 16% de los jóvenes evaluados tenía al menos un problema de salud mental. De ellos, 8% sufría trastornos “internalizantes” (como ansiedad y depresión) y 3% presentaba trastornos “externalizantes” (como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, TDAH).
Los resultados mostraron que los adolescentes con ansiedad y depresión pasan más tiempo comparándose con otros online, son más afectados por los comentarios o reacciones a sus publicaciones, y sienten menos control sobre el tiempo que pasan conectados. Por otro lado, quienes tienen TDAH u otros problemas externalizantes también pasan más tiempo en redes, pero no reportan los mismos niveles de comparación social o sensibilidad ante comentarios.
Implicancias para la salud mental
Los hallazgos abren oportunidades para mejorar las estrategias clínicas con jóvenes que enfrentan estos desafíos. “Podemos usar esta información para ayudarlos a regular su uso de redes y reducir la comparación social”, señaló Fassi.
Albano añadió que los resultados refuerzan la necesidad de educar sobre el uso saludable de las redes sociales. “Con adolescentes con ansiedad social, trabajamos en cómo responder a mensajes, elegir plataformas que potencien sus intereses y evitar aquellas que aumenten su baja autoestima”, explicó.
¿Las redes causan ansiedad?
Aunque el estudio confirma una relación entre mayor tiempo en redes sociales y menor satisfacción online en adolescentes con ansiedad y depresión, no puede determinar si las redes causan directamente estos problemas. Para entender mejor esta relación, se necesitan investigaciones a largo plazo o experimentos que asignen diferentes tipos de uso de redes a grupos de adolescentes, indicó Fassi.
Lo cierto es que este trabajo aporta evidencia clave sobre cómo las redes sociales impactan de manera distinta según la salud mental de los jóvenes, y plantea la urgencia de acompañarlos con herramientas y educación digital para que puedan navegar el mundo online de forma más segura y saludable.