Este miércoles, Independiente entregó sus descargos a la Conmebol tras la cancelación del partido válido por los octavos de final de la Copa Sudamericana ante la Universidad de Chile por graves hechos de violencia.
Néstor Grindetti, presidente del 'Rojo', leyó una declaración a través de los canales oficiales del club culpando directamente a la parcialidad visitante por los incidentes que terminaron en la cancelación del encuentro.
"Hoy hemos emitido un informe detallado a la Conmebol que incluye archivos adjuntos, alegatos y pruebas sobre todo lo sucedido el 20 de agosto, demostrando que Independiente no fue responsable de los hechos, sino víctima de ataques violentos, premeditados e intencionados por parte de un grupo de delincuentes que vino a nuestra casa que vino a nuestra casa con un único objetivo: generar incidentes", aseguró.
En esa misma línea dijo que "no permitiremos que se confunda a la opinión pública, y quienes no estuvieron en la cancha se lleven una impresión distinta sobre lo que realmente pasó. Reconocemos que el reglamento de Conmebol asigna al club organizador la responsabilidad sobre el evento, pero entendemos que esa responsabilidad no significa bajo ningún aspecto que Independiente haya sido responsable de los actos de violencia que sucedieron contra nuestra gente ni la suspensión ni la cancelación el partido".
"Debemos subrayar que el partido se canceló exclusivamente por la violencia de la parcialidad visitante, así lo acreditan los informes del árbitro, del delegado de la Conmebol y de las fuerzas de seguridad", expresó.
Junto con ello, Grindetti recalcó que "Independiente cumplió de manera rigurosa con todas las obligaciones que estaban bajo su órbita, pero no puede sustituir ni las funciones ni las decisiones que corresponden exclusivamente a la fuerza de seguridad. Para este encuentro, Independiente implementó todas las normativas de seguridad exigidas por la normativa de Conmebol".
"Dado la masiva concurrencia visitante, y los antecedentes recientes de incidentes protagonizados por esa parcialidad en torneos internacionales, el partido fue calificado de alto riesgo. En consecuencia, se ejecutó un plan de seguridad que incluyó a 650 efectivos policiales, 150 agentes de seguridad privada, 14 funcionarios de Aprevide, 45 móviles operativos, 330 controles de acceso, 12 efectivos de bomberos, 6 unidades de terapia intensiva móvil, 16 socorristas, 7 médicos y 15 enfermeros", detalló.
Además, el dirigente indicó que "a la hinchada visitante se le asignó una tribuna con aforo reducido para garantizar condiciones de seguridad.
Grindetti acusa violencia antes del partido
Según explicó el dirigente, los hechos de violencia supuestamente generados por la parcialidad visitante habrían iniciado antes del inicio del partido.
"Los hechos de violencia comenzaron antes del inicio partido. Apenas ingresaron al estadio, la parcialidad de la Universidad de Chile, ubicada en la tribuna Pavoni Alta, inició una acción organizada y deliberada: Destruyeron cámaras de seguridad para evitar ser identificados, provocaron un foco de incendio y vandalizaron sanitarios, butacas y estructuras de hormigón con el único fin de utilizarlos como proyectiles. Durante más de cuatro horas arrojaron objetos de manera ininterrumpida contra los hinchas locales ubicados en la tribuna Pavoni Baja y la Garganta 1. A ello se sumó el ingreso de bombas de estruendo y armas blancas, lo que demuestra que no se trató de desmanes improvisados, sino de un plan de violencia premeditado destinado a generar caos y forzar la suspensión del partido", aseguró.
El presidente del 'Rey de Copas' además dijo que "las acciones continuaron sin cesar incluso después de que la voz del estadio le advirtiera a la hinchada visitante que se retirara de la tribuna para evitar sanciones. Solo después de la cancelación del partido y de la evacuación parcial de la tribuna visitante, se produjeron hechos de violencia protagonizados por un grupo de delincuentes disfrazados de hinchas de nuestro club. Los condenamos enérgicamente, y vamos a exigir que esas personas nunca más pisen una cancha de fútbol".
Dardos contra la Universidad de Chile
Tras esto, el propio Grindetti apuntó en contra de la dirigencia de la Universidad de Chile acusándolos de estar del lado de los hinchas que generaron estos hechos de violencia.
"Pero no podemos decir lo mismo de la Universidad de Chile y de sus dirigentes, su accionar es cómplice y vergonzoso. En lugar de repudiar lo que hicieron sus hinchas, eligieron encubrirlos y culpar a otros. Desde el primer minuto buscaron distorsionar la realidad, instalando que los únicos violentos fueron los argentinos, cuando todos saben que la agresión comenzó con su parcialidad, la misma que ya viene sembrando violencia en los últimos partidos", apuntó.
Grindetti continuó cargando contra los azules, asegurando que "a diferencia de la Universidad de Chile, en Independiente no hay lugar para la violencia y no la vamos a tolerar nunca. Estas acciones violentas exceden por completo la responsabilidad de Independiente como club organizador".
"Desde el primer minuto nuestra institución se puso a disposición de las autoridades y seguirá trabajando con ellas para que cada responsable sea identificado y sancionado", recalcó.
En esa misma línea, dijo que "hasta el momento hemos recibido más de 700 testimonios, de los cuales, más de 300 afirman haber recibido lesiones. Seguiremos escuchando a cada uno de ellos, y nos estaremos contactando a través de un equipo de profesionales para brindarles contención y asesoramiento legal".
Puntos clave de la defensa de Independiente
Sobre el final de su alocución, el Néstor Grindetti resumió los cuatro puntos clave en la defensa de Independiente ante la Conmebol:
- 1.- La violencia se originó exclusivamente en la parcialidad visitante desde antes del inicio del partido
- 2.- Independiente cumplió con todas las normas de seguridad bajo su responsabilidad y se dispuso un operativo acorde a un evento de alto riesgo.
- 3.- La vandalización de la tribuna visitante fue premeditada y con el único objetivo de generar caos.
- 4.- La cancelación del encuentro fue consecuencia directa de los actos de la hinchada de la Universidad de Chile.
"Cada uno de estos ejes ha sido debidamente desarrollado en los alegatos y acompañados con el material probatorio correspondiente. Confiamos que la Conmebol valore la verdad y actúe con justicia, equilibrio y proporcionalidad como corresponde a una institución que debe velar por el desarrollo del fútbol sudamericano", cerró.