Atrás quedó el bicampeonato nacional. También la obtención de la Copa Sudamericana. Hoy nada de eso importa. Sólo hay un objetivo en mente en Universidad de Chile: romper con el maleficio de las semifinales y acceder por primera vez en su historia a la final de la Copa Libertadores de América.
Para eliminar a Boca Juniors, la "U" tiene que hacer un "partido perfecto", como dijo esta semana el capitán de los azules, José Rojas. Fútbol, garra e ilusión sobran en el "Chuncho".
En el partido de ida jugado el pasado jueves en la mítica "Bombonera", la U mostró quizás su peor versión futbolística. el juego asociado, de buen toque, profundo y vertical estuvo ausente en Buenos Aires, pero los hinchas de la 'U' saben que en el Estadio Nacional, otra tendría que ser la historia.
Para dar el primer golpe, los dirigidos por Jorge Luis Sampaoli tendrán que ser los duelos de la mitad de la cancha. En ese sector, asoma como primordial que los hombres que se muevan en esa zona anulen a Juan Román Riquelme, que más de un dolor de cabeza le dio a los universitarios en la semifinal de ida.
Con el "10" de los 'Xeneizes' imposibilitado de crear el juego sutil que lo caracteriza, la labor que hagan Marcelo Díaz, Charles Aránguiz, Eugenio Mena y Matías Rodríguez será fundamental. Los cuatro hombre del medio se conocen y mucho. Además cuando se juntan, no hay equipo que les aguante el ritmo.
La rápida salida que puedan tener será también clave para poder pillar mal parados a los trasandinos atrás y aprovechar la velocidad de Junior Fernandes y Francisco Castro por las bandas. Además de la peligrosa presencia del joven, pero potente Angelo Henríquez.
Un factor que jugará absolutamente a favor de la 'U' será su localía. Para hoy se espera, como ha sido al tónica desde prácticamente un año a la fecha, el Estadio Nacional estará repleto, un factor que incide de manera directa en el resultado y en el juego de la U.
Además, otra de las claves será mantener el estado físico durante los 90 minutos de partido. Sampaoli dispuso, impulsado también por algunas lesiones, el ingreso de Guillermo Marino y Francisco Castro, dos hombres que no han visto acción de manera regular, por lo que se espera que puedan ser un par de piernas frescas para la movilidad colectiva de Universidad de Chile.
Muy cansado se vio a muchos jugadores azules en el duelo de ida y después en la derrota ante Colo Colo por las semifinales de playoff del torneo de Apertura, por lo que la dosificación en el despliegue físico puede ser un factor a considerar. Además, los rivales no están acostumbrados al ritmo rápido que propone siempre la U en Ñuñoa.
Por último, asoma también como un factor clave la apertura de la cuenta. Si es que la U logra romper la inercia en el marcador relativamente temprano en el partido, los nervios y las ansias de superar la llave disminuirán y le entregará una calma necesaria a los locales para manejar el partido.
A las 20:15 horas, los azules tienen una cita con la historia, una historia que no les ha sido favorable, pero que hoy confían en que podría reescribirse.