Chelsea venció al Manchester City de Manuel Pellegrini durante este fin de semana con un tanto en el último minuto de Fernando Torres, lo que generó la algarabía máxima de José Mourinho.
El técnico de los "blues" se volvió literalmente loco en los minutos finales del encuentro y subió hasta las gradas de Stamford Bridge para celebrar con sus hinchas.
Allí sufrió el acoso de los fanáticos, pero poco le importó al ex DT del Real Madrid, quien no paró de festejar los tres puntos valiosos en la pelea por el título de la Premier League.
La excesiva euforia del portugués podría haber sido explicada por la importancia del encuentro, la definición en el cierre o, incluso, su rivalidad mediática con Manuel Pellegrini, aunque el luso argumentó una razón distinta después del encuentro.
Según explicó el propio Mourinho, la causa de su festejo fue el hecho de tener a su hijo y esposa en las tribunas, por lo que quiso compartir este triunfo con ellos.
LO que sí parece claro es que al "Ingeniero" no le sentó nada la exagerada celebración, lo que motivó que decidiera no saludarle al término del encuentro.