El directorio de Blanco y Negro decidió negociar la salida de Jorge Almirón de la banca de Colo Colo tras los últimos fracasos que incluyen la eliminación de Copa Chile y Copa Libertadores, decisión que fue hecha pública por el presidente Aníbal Mosa ante los medios de comunicación cuando aún no existe un acuerdo con el DT.
Y es que mientras Almirón se puso un piso de 1,5 millones de dólares para negociar su indemnización, Colo Colo fijó un techo de 1,2 millones, por lo que el técnico ha debido seguir dirigiendo pese a que ya se conoce que deberá dejar el club.
Ante esta particular situación laboral, expertos advierten que podría constituir un caso de acoso laboral y, por lo tanto, derivar en un recurso a la Ley Karin.
"En términos laborales, en cualquier otra circunstancia de un trabajador en este país, con la regulación que existe hoy día, podría constituir incluso un acoso laboral porque lo desautorizaron delante del equipo", apuntó Roberto Espinal, abogado laboral y diplomado en Derecho del Fútbol, en diálogo con LUN.
En esa línea, el experto explicó que de acuerdo a lo establecido por la Ley Karin, que regula los casos de acoso laboral, se podría permitir el autodespido de Almirón, lo que obligaría a Colo Colo pagarle la totalidad del contrato más un recargo por perjuicios.
"Es una cobardía presionar a los técnicos de esta forma"
"La verdad es que en circunstancias normales, cualquier trabajador podría apelar a la Ley Karin y generar un protocolo de acoso laboral, porque en realidad lo que se está haciendo sería una vulneración. Él se entera por los medios de que el directorio tomó la decisión de negociar su salida", detalló.
Categórico fue Carlos Ramos, Presidente del Colegio de Entrenadores de Fútbol de Chile, quien aseguró al mismo medio que "es una cobardía presionar a los técnicos de esta forma. Es una cobardía con todas sus letras porque le están tratando de echar la gente encima, la hinchada, para que el culpable sea Almirón y los demás lavarse las manos, todos. Es una cobardía cuando se usa esta triquiñuela de decir que el técnico no se quiere ir, que quiere que le paguen todo y así le empiezan a echar a la gente encima".
"Mi consejo es que cobre hasta el último peso, como corresponde, que dé un ejemplo para los chilenos y tenga la postura firme hasta el final. Un acuerdo no puede ser impuesto de manera unilateral. El trabajador pide lo que le corresponde. Y por la amplificación del tema, para todos los demás profesionales del fútbol debe hacerse respetar", complementó.