El partido de hoy había que jugarlo para poner el fin a la serie. La Universidad de Chile había logrado sacar una cómoda ventaja en Calama (2 a 0) que le permitía darse algunas licencias. En la cancha Jorge Sampaoli sorprendió a todo el mundo al confirmar desde el primer minuto a Charles Aránguiz, Marcelo Díaz y Junior Fernandes, jugadores que arribaron a Santiago la madrugada del domingo desde Venezuela.
Fuera de la cancha el partido estaba entretenido. Alexis Sánchez, Eduardo Vargas, Felipe Seymour y la visita estelar del ex futbolista y actual director deportivo del Bayer Leverkusen, ‘Rudi Völler’ animan el partido.
El directivo con libreta en mano anotaba la participación de Junior, Lichnovsky y Charles Aránguiz. En la cancha los azules continuaban con su buen rendimiento en el campeonato local. La apertura del marcador llegó en los pies de Ángelo Henríquez. El joven goleador recibió de espaldas, encaró, dejó botado a Sebastián Roco y con un violento remate cruzado puso el primero a los 42’ minutos.
Medio tiempo y en la segunda mitad la ‘U’ salió con freno de mano. Cobreloa presionó y consiguió el empate a los 49’ el ex Universidad de Chile Juan Abarca con un remate cruzado.
A medida que corrían los minutos el partido no subía. Matías Rodríguez tuvo que ingresar para potenciar el ataque. A los 62’ empezó a ver acción el seleccionado argentino.
El cambio le cambió la cara al partido y el portero Luciano Palos se volvió figura. Tuvo tres atajadas notables entre los 60 y 70 minutos de juego.
Pero a los 73’ Cereceda puso la ventaja. Matías Rodriguez se vistió de ‘10’ y habilitó al jugador que pisó el área por el vértice izquierdo y le metió un fuerte zapatazo cruzado.
A los 79’ Cobreloa liquidaba su participación. Felipe Flores salió expulsado dejando sin opción a su equipo.
Resultado final dos a uno que deja a la Universidad de Chile en semifinales. El rival será Colo Colo en una nueva versión del Superclásico del fútbol chileno. El partido está programado para el domingo a las 15.30 horas.
Además, el complicado escenario que vivirá la U en sólo 11 días podría hacerlos tocar el cielo o el infierno.