Más allá del pobre espectáculo deportivo que terminó con un deslucido 0-0, el Superclásico 193 entre Colo Colo y Universidad de Chile concentró las miradas por los gravísimos incidentes ocurridos en las tribunas y el deplorable comportamiento de los barristas albos y azules.
Sin ir más lejos, el árbitro Cristián Garay denunció en su informe "el lanzamiento desde la tribuna Cordillera de una cortapluma abierta al terreno de juego en el minuto 74" y "el uso de bengalas y lanzamiento de los fuegos artificiales a los 88 minutos desde el sector Caupolicán hacia la tribuna Magallanes, donde se encontraba el público visitante", hechos por los cuales el conjunto albo arriesga duras sanciones.
¿Cómo así? El título IV del Código de Procedimientos y Penalidades, en el artículo 66, trata sobre la "Responsabilidad por la conducta de los espectadores" y explícitamente responsabiliza al club organizador de cumplir con las obligaciones impuestas por la Ley de Violencia en los Estadios.
"Se considera conducta impropia, entre otras, los actos de violencia contra personas o cosas, la utilización de objetos inflamables, el lanzamiento de objetos, el despliegue de pancartas con textos ofensivos al honor, los gritos injuriosos reiterados y que tengan un contenido xenófobo, racista, religioso o político y, la invasión al campo de juego", manifiesta el texto citado.
Dicho esto, según las Bases del Código de Procedimientos y Penalidades de la ANFP, los castigos que arriesga el "Cacique" irían desde una amonestación o multa desde 10 a 100 Unidades de Fomento (UF) en primera instancia.
Sin embargo, dada la gravedad de lo denunciado por el árbitro Cristián Garay, estas podrían endurecerse y abarcarían los siguientes escenarios: "Prohibición de ingreso de público al estadio, de uno a cinco fechas", "Suspensión del estadio, si en los incidentes han participado adherentes del club local, de una a cinco fechas" y/o la "Realización de uno a cinco juegos a puertas cerradas".
TABLA DE POSICIONES - CAMPEONATO NACIONAL