La despedida de Roger Federer del tenis profesional dejó un sinnúmero de momentos e imágenes inolvidables, como el que protagonizó junto a Rafael Nadal. En una ocasión, y mientras la cantante Ellie Goulding entonaba una canción tras el duelo de dobles que disputaron ambos en la Laver Cup, la transmisión captó los llantos inconsolables del suizo y el español, instancia en que Federer le tomó la mano a su eterno rival y amigo.
La fotografía dio vuelta al mundo, enterneció a los fanáticos, y fue destacada como símbolo de deportividad.
A días de aquel momento, Federer dio una extensa entrevista al diario New York Times, donde se refirió a su gesto y el mensaje "secreto" que tuvo detrás: “Vi la foto con Nadal. Fue un instante muy breve. Creo que, en ese momento, estaba llorando mucho y no sé, todo lo que pasaba por mi mente era lo feliz que estaba viviendo este momento con todos ellos. Creo que fue algo precioso mientras estábamos sentados, sonaba la música y el foco estaba más centrado en Ellie Goulding. En ese momento casi olvidas que te están sacando fotos, porque sabes que no podía hablar y estaba la música. Creo que toqué a Rafa y que, de esta forma, le dije gracias en secreto. No sé como fue, pero para mí, eso quizás muestra como se sintió junto con otras imágenes diferentes. Fue una locura, con fotos desde todos los ángulos, espero conseguirlas porque significan mucho para mí”.
En esa misma línea, el helvético contó cómo se dio la presencia de Nadal en la Laver Cup y, específicamente, en el dobles que disputó junto a él como dupla: “Llamé a Nadal después del US Open y esperé a que terminase su participación en el torneo para comentarle mi retirada y quería decírselo antes de que empezase a hacer planes sin la Laver Cup. Le dije por teléfono que posiblemente estuviera al 50% o en un 60-40 de jugar en dobles y le dije: ‘Mira, te mantendré informado. Tú me dices cómo te van las cosas por casa’ y volvemos a hablar’. Pero rápidamente todo quedó claro por teléfono y Rafa me dijo: ‘Haré todo lo posible para estar allí contigo’. Y eso fue algo increíble para mí. Eso mostró de nuevo cuánto significamos el uno para el otro y el respeto que nos tenemos. Creo que ha sido una historia preciosa e increíble para nosotros, para el deporte y para el tenis, en la que hemos mostrado que podemos coexistir en una dura rivalidad, llegar a la cima y mostrar que es solo tenis. Es duro y brutal a veces, pero es justo. Y puedes estar al otro lado y ver una fantástica y amistosa rivalidad. Todo terminó mejor de lo que jamás habría imaginado. Fue un esfuerzo increíble de Rafa y nunca olvidaré lo que hizo por mí en Londres”.
“Siempre me ha costado mucho controlar mis emociones, cuando gano y cuando pierdo. Al principio solía enfadarme y estaba triste y lloraba. Luego lloraba de alegría por mis victorias. Creo que el viernes fue algo distinto, siendo sinceros, porque creo que todos estos chicos (Murray, Djokovic y Nadal) vieron flashes de sus carreras delante de sus ojos, sabiendo que todos nosotros hemos tenido tiempo prestado en el tenis. Cuando te haces más mayor y llegas a los 30 empiezas a saber lo que realmente aprecias en la vida y en el deporte”, aseguró.