Serena Williams, quien se retiró del tenis profesional en septiembre de 2022 tras caer en la tercera ronda del US Open, ha acaparado especialmente la atención durante el último tiempo por un impactante cambio físico, el cual ha provocado la sorpresa y ola de comentarios de parte de sus fanáticos, como también la reacción de la prensa internacional.
La ex número 1 del mundo se sinceró respecto a su radical transformación, detalló sus dificultades para recuperar su estado físico tras los nacimientos de sus dos hijas y confesó que utilizó un polémico medicamento.
"Nunca conseguía llegar al peso que necesitaba, hiciera lo que hiciera, entrenara tanto", dijo en entrevista con "Who What Wear".
En esa línea, reconoció que esa experiencia fue frustrante considerando que como atleta de élite, acostumbrada a medir los avances en cada entrenamiento, fue difícil de aceptar el hecho de no lograr bajar de peso pese a la alimentación saludable y el ejercicio intenso.
Sin embargo, Williams aseguró que con el paso el tiempo logró mirar su nuevo cuerpo tras los embarazos desde otra perspectiva, lo definió como “imperfectamente perfecto” y animó a las madres a valorar su proceso de recuperación.
No obstante, la ganadora de 23 títulos de Grand Slams confesó que además de una dura rutina de ejercicios y dieta saludable, recurrió a la utilización del polémico medicamento GLP-1, el cual le ayudó a bajar más de 14 kilos.
Según relató a la revista People, este tratamiento le brindó una ayuda complementaria: “Me ayudó a mejorar todo lo que ya estaba haciendo, incluyendo comer sano y hacer ejercicio”.
“Me siento genial. Me siento muy bien y sana. Me siento ligera física y mentalmente”, agregó.
Pero ¿qué es el GLP-1? Es un medicamento para la diabetes tipo 2 que también favorecen la pérdida de peso y se administra mediante inyecciones. En el último tiempo su uso se ha masificado en Hollywood, causando polémica por sus efectos adversos.