Paula Badosa (20°) vuelve a competir después de su última aparición en Wimbledon, donde cayó ante la británica Katie Boulter (55°).
Una lesión en el psoas la mantuvo alejada de las canchas durante más de dos meses, un nuevo revés en una carrera marcada tanto por grandes logros —cuatro títulos WTA y el número 2 del ranking mundial en 2022— como por continuos problemas físicos.
En declaraciones a El Larguero de Cadena SER, la tenista española aseguró que afronta la Billie Jean King Cup “sin dolor” y con ilusión renovada:
“Tengo cero dolor y me estoy sintiendo bastante positiva. Lo que me salva es que me encanta el tenis. Eso me hace tener la pasión de volver con las mismas ganas o incluso más”, aseguró
La batalla interna: entre la autodestrucción y la confianza
Más allá de lo físico, Badosa habló sin tapujos sobre el aspecto mental, un terreno en el que ha debido trabajar intensamente durante los últimos años.
“Tengo la tendencia a ser autodestructiva y ver siempre lo negativo. Siempre estar tirándote abajo… En este tiempo he aprendido a valorarme, a ver que hago muchas cosas bien. Me he recuperado como persona y también como tenista”, confesó.
Estas palabras reflejan el desafío que enfrenta: reconstruir la confianza perdida por la falta de continuidad. Según explicó, revisar videos de sus mejores partidos le ha servido para reconectar con la pasión que la llevó a lo más alto.
Una retirada lejana, pero presente en su mente
Aunque las lesiones la han obligado a replantearse el futuro, Badosa fue categórica al hablar de un posible adiós:
“Me quiero retirar sabiendo que he dado el cien por cien en todo, que no me pueda arrepentir de nada. Si con la espalda tengo que apretar, lo haré y buscaré todas las soluciones. Volveremos a levantarnos y a salir de ello”.
De momento, la española descarta un retiro cercano y se fija como objetivo mínimo “jugar cuatro años más”, confiando en que la combinación de madurez y fortaleza mental la impulse nuevamente al máximo nivel.