Eugenie Bouchard, finalista de Wimbledon en 2014 y ex número 5 del mundo, anunció su retiro del tenis con 31 años.
La canadiense, que se convirtió en una de las jugadoras más mediáticas del circuito y toda una estrella en redes sociales, comunicó en su cuenta de Instagram su decisión de dejar la actividad oficialmente tras varios años marcados por las lesiones y sus pobres resultados en la cancha (ocupa el puesto 1.078 del ranking WTA).
"Lo sabrás cuando sea el momento. Para mí, es ahora. Terminando donde todo empezó: Montreal", escribió junto a una fotografía jugando tenis siendo una niña e informando que su último torneo será el National Bank Open de Montreal que comienza el próximo 26 de julio y del cual recibió una invitación.
El accidente que marcó su carrera
Si bien en un comienzo Bouchard era una de las grandes promesas del tenis, llegando a ser número 5 del mundo, disputar la final de Wimbledon en 2014 y las semifinales de Roland Garros y del Abierto de Australia, una grave caída en el vestuario del US Open 2015 le pasó la cuenta.
La tenista resbaló en el suelo mojado, sufriendo una conmoción cerebral. Desde entonces no volvió a ser la misma y su carrera decayó notablemente. De hecho, demandó a la Asociación de Tenis de Estados Unidos (USTA) y un jurado determinó que la organización tenía un 75 % de culpa y ella un 25 %.
El traje "ilegal" en Wimbledon
En 2019 revolucionó el tenis con un traje a lo "Cat Woman" ilegal en Wimbledon, que incluso la tuvo al borde de recibir una sanción. Sin embargo, la organización lo desestimó porque sólo lo utilizó en entrenamientos y no en un partido oficial, donde el código de vestimenta es estricto al señalar que debe ser de blanco.
Catsuit vibes @Nikecourt @Wimbledon pic.twitter.com/mtDh1uVNRd
Durante los últimos años Bouchard no se ha mantenido muy activa en el tenis, pero sí en su carrera como influencer y también como modelo. Es más, cuenta con más de 2,3 millones de seguidores en Instagram, lo que si bien le ha resultado muy lucrativo, también la ha convertido en blanco de críticas.
"Me odiaban mucho por hacer otra cosa que no fuera tenis. Era una carga que llevaba sobre mis hombros y fue muy duro. Al menos ahora es más aceptado. No es que haya sido la única pionera en hacer estas cosas, pero siento que convertí en un poco más normal", declaró en 2024 en una entrevista con The Times.