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Asaltan e incendian sede de candidato egipcio

Ola de indignación contra paso a segunda vuelta de ex primer ministro de Mubarak.

Mariángel Calderón

Martes 29 de mayo de 2012

A solo días del primera vuelta de las elecciones presidenciales en Egipto, un grupo de manifestantes opositores a la candidatura del ex militar Ahmed Shafiq, el ex primer ministro del derrocado dictador Hosni Mubarak que se enfrentará al partido de los Hermanos Musulmanes, ingresó a la sede de campaña y le prendió fuego al inmueble.

Luego que la Junta Electoral egipcia anunciara los resultados definitivos, que confirmaron que Shafiq participará de la segunda vuelta, un grupo de detractores realizó una marcha contra el candidato que culminó en la sede de campaña que fue incendiada con bombas molotov y saqueada por los participantes de la protesta.

Además, cerca de 200 personas se manifestaron en Alejandría, la segunda ciudad egipcia, donde se oyeron gritos como "No a Shafiq y no a los Hermanos. La revolución sigue en la plaza".

La polémica candidatura del ex primer ministro de Mubarak, provocó, durante la primera etapa de las elecciones, una oleada de manifestaciones que registraron fuertes incidentes entre las fuerzas de seguridad y civiles.

La segunda vuelta entre estos dos candidatos representa un complejo dilema para aquellos que, entre los 50 millones de votantes, desconfían tanto de un Gobierno islamista como de un regreso de la autocracia secular respaldada por el Ejército.

Casi la mitad de los votos de la primera ronda fueron para candidatos de centro: desde el izquierdista Hamdeen Sabahy, que se situó en tercer lugar con un 20,4 por ciento, hasta el islamista moderado Abdel Moneim Abol Fotouh, que obtuvo un 17,2 por ciento, y el ex secretario general de la Liga Árabe Amr Moussa, con un 10,9 por ciento.

Los tres presentaron quejas sobre la votación y todas ellas fueron rechazadas por los seis jueces que componen el comité electoral.

Las disputas añaden rencor a una transición a la democracia desordenada y a menudo sangrienta que comenzó cuando los generales del Ejército se hicieron cargo del país después de la revuelta popular que derrocó a Mubarak el 11 de febrero del 2011.

"Rechazo estos resultados y no los reconozco", dijo Abol Fotouh, ex miembro de los Hermanos Musulmanes, denunciando que los votos habían sido comprados y que representantes de los candidatos no habían podido acceder a los centros electorales durante el conteo.

El consejo militar ha prometido levantar un odiado estado de emergencia vigente durante los 30 años de Gobierno autoritario de Mubarak y entregar el poder a un nuevo presidente el 1 de julio.