Tras ser acusado de violación, asesinato, reclutamiento de niños y abuso sexual durante su intervención en la guerra de Liberia y Sierra Leona, donde más de 50 mil personas fueron asesinadas, el ex presidente liberiano Charles Taylor fue condenado este miércoles a 50 años de cárcel.
En un hecho histórico, la Corte Internacional de La Haya sentenció por primera vez a un jefe de estado. El tribunal indicó que tuvo "en cuenta la gravedad y el impacto físico y emocional de los crímenes perpetrados contra la población civil. Los mutilados tendrán que vivir siempre de la beneficencia. Las mujeres violadas sufrirán el estigma del asalto, y el rechazo que padecen los hijos que tuvieran. A los menores reclutados se les robó la infancia".
A Taylor, quien pidió ser internado en el Reino Unido, no se le consideró el hecho de ser padre de familia y de haber demostrado tener problemas de salud. De esta forma, el tribunal señaló que "era un jefe de Estado y aunque no participara personalmente en los crímenes, su estatus añade gravedad a la situación puesto que traicionó la confianza de la ciudadanía".
El ex presidente de Liberia no estuvo presente en la lectura de la sentencia.